Historia para Ania & Lucía

Ania y Lucía estaban jugando en su jardín cuando escucharon un ruido fuerte. Levantaron la vista y vieron a Wendy, la enorme bola de demolición, moviéndose lentamente por la calle. Las niñas se acercaron a verla mejor y vieron que Wendy estaba acompañada por un grupo de trabajadores de la construcción.

"¡Hola, chicas! - dijo uno de los trabajadores - Somos el equipo de construcción de la ciudad y estamos aquí para construir un nuevo supermercado".

"Oh, ella es la bola de demolición. Nos ayuda a derribar los edificios viejos para que podamos construir nuevos", explicó el trabajador.

Wendy sonrió y se balanceó ligeramente. "¡Gracias! Trabajamos duro para asegurarnos de construir cosas hermosas y seguras".

Las niñas estaban fascinadas por todo lo que estaban aprendiendo. Fue entonces cuando Ania tuvo una idea. "¿Qué tal si organizamos una noche de cine de construcción en el nuevo supermercado?", propuso.

Lucía asintió emocionada. "¡Sí! Podemos ver películas sobre construcción y trabajo en equipo", agregó.

Los trabajadores de la construcción también encontraron la idea fantástica y les agradecieron a las niñas su iniciativa. "¡Nos encantaría tener su ayuda para organizar todo!", dijo el trabajador.

Las niñas sonrieron y aceptaron encantadas. Serían las heroínas de la noche de cine de construcción y harían que todos se divirtieran. Pero, no sabían que tendrían que superar varios obstáculos para que la noche de cine fuera un éxito.

Ania y Lucía trabajaron duro para organizar la noche de cine de construcción. Fueron a la tienda con Mamá Mily y compraron palomitas de maíz, refrescos y dulces para los trabajadores de la construcción y sus familias. Luego, fueron con los trabajadores al nuevo supermercado para comenzar la preparación para la noche de cine.

Sin embargo, cuando llegaron, se dieron cuenta de que algo estaba mal. Los trabajadores dijeron que habían tenido algunos problemas con la electricidad y que no tenían acceso a la energía eléctrica necesaria para proyectar la película.

Ania y Lucía se miraron, preocupadas. ¿Cómo podrían solucionar este problema? "¡No te preocupes!", dijo Wendy, "Tengo una idea".

Wendy les explicó que ella era tan resistente que podía generar suficiente energía para alimentar los proyectores de películas. Les mostró cómo podía balancearse y generar electricidad con su movimiento. Ania y Lucía estaban asombradas.

Los trabajadores de la construcción también estaban impresionados. Con la ayuda de Wendy, pudieron proyectar las películas y disfrutar de una noche maravillosa juntos.

La noche de cine de construcción fue un éxito gracias a la idea de Wendy y al trabajo en equipo de todos. Las niñas aprendieron que, incluso cuando hay obstáculos, pueden solucionarlos si trabajan juntas y piensan fuera de la caja.

Después de la noche de cine, Ania y Lucía se sintieron orgullosas de haber ayudado a organizar un evento tan divertido para los trabajadores. Querían hacer algo especial para Wendy como agradecimiento por su ayuda.

Junto con Mamá Mily, planearon una gran fiesta de agradecimiento para Wendy en el parque de la ciudad. Invitaron a todos los trabajadores de la construcción y sus familias.

Wendy llegó y se sorprendió con la fiesta. Estaba emocionada de ver todas las caras sonrientes y felices, y se sintió muy agradecida.

Durante la fiesta, Ania y Lucía se acercaron a Wendy y le dijeron cuánto significaba para ellos y para los trabajadores de la construcción. Le dieron un gran abrazo y le entregaron una tarjeta de agradecimiento hecha a mano.

Wendy se emocionó y su corazón se llenó de alegría. Se dio cuenta de que ser amable y ayudar a los demás era la mejor sensación del mundo. "Gracias, chicas", dijo Wendy con lágrimas en los ojos. "Ustedes son los héroes de esta historia".

Desde ese día en adelante, Wendy, Ania y Lucía se convirtieron en grandes amigas y trabajaron juntos en muchos proyectos divertidos. Aprendieron que la amistad y el trabajo en equipo pueden superar cualquier obstáculo y siempre llevar a un final feliz.