Historia para Jose y mia
Título: "Wally y la limpieza del parque"
Capítulo 1: El desafío del parque sucio
Jose y Mia estaban emocionados de pasar el día en el parque local. Era un lugar hermoso, lleno de flores, árboles y pájaros cantando. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta de que algo no iba bien. El parque estaba lleno de basura.
"¡Mira todo esto!" exclamó Jose, señalando a un montón de bolsas de plástico y latas vacías en el suelo. "Esto no puede ser bueno para el medio ambiente".
Mia asintió y los dos decidieron hacer algo al respecto. En ese momento, una gota de agua llamada Wally apareció.
"¿Qué están haciendo?" preguntó Wally.
"Queremos limpiar el parque", respondió Mia. "No podemos dejar que la basura dañe este lugar tan hermoso".
Wally sonrió. "Me encanta tu actitud", dijo. "Soy una gota de agua y sé mucho sobre la importancia de mantener el medio ambiente limpio. ¿Quieres que te ayude?"
Jose y Mia estaban emocionados de tener la ayuda de Wally. Juntos, comenzaron a recoger la basura y a ponerla en bolsas. Pero después de unos minutos, se dieron cuenta de que necesitaban más ayuda.
"¿Cómo podemos limpiar todo el parque?", preguntó Jose. "Es demasiado trabajo para nosotros solos".
Wally respondió con una sonrisa. "No te preocupes. Conozco a algunos amigos que estarán encantados de ayudar".
José y Mia miraron a su alrededor y vieron a un grupo de niños jugando en el parque. "¿Crees que ellos querrán ayudar también?", preguntó Mia.
"¡Por supuesto!" exclamó Wally. "¿Quién no quiere mantener su parque limpio y hermoso?"
José y Mia se acercaron a los niños y les preguntaron si querían unirse a ellos en la limpieza del parque. Todos estuvieron de acuerdo y juntos, trabajaron para recoger la basura. Luego, se dieron cuenta de que necesitaban más ayuda, por lo que fueron a buscar a más niños.
Pronto, había un gran grupo de niños trabajando juntos para limpiar el parque. Había sonrisas y risas, y todos se sentían orgullosos de su trabajo. Juntos, crearon algo hermoso: un parque limpio y hermoso.
"¡Lo logramos!" exclamó Jose, felizmente.
"Sí, y todo gracias a nuestro amigo Wally", agregó Mia.
Wally sonrió y dijo: "No podría haberlo hecho sin todos ustedes. Juntos, podemos hacer grandes cosas para proteger nuestro medio ambiente".
Después de un largo y agotador día, todos se fueron a casa, felices de haber limpiado el parque y agradecidos por la oportunidad de aprender y trabajar juntos.
Capítulo 2: El Giro Inesperado
A la tarde siguiente, Jose y Mia volvieron al parque para disfrutar de la limpieza que habían hecho. Mientras caminaban, notaron que algo raro estaba sucediendo. Las hojas de los árboles temblaban, y el viento soplaba con fuerza.
"¿Qué está pasando?" preguntó Mia.
"No lo sé", respondió Jose. "Pero creo que deberíamos irnos antes de que empeore".
Antes de que pudieran moverse, una ráfaga de viento sopló fuerte y con él, llegó una gran cantidad de basura al parque. Bolsas de plástico, latas y cartones volaban por el aire, llenando el parque nuevamente de basura.
"Oh no, todo nuestro trabajo", lamentó Mia.
Wally apareció en ese momento. "No te preocupes. Podemos hacerlo de nuevo", dijo.
Pero esta vez, no sería tan fácil. El problema era más grande de lo que habían imaginado. La basura sopló desde un vertedero cercano y no paraba de llegar. Había demasiado para que los niños y Wally pudieran limpiar solos.
Jose y Mia se sintieron desanimados y tristes por la situación. Pero Wally los instó a no rendirse. "Recuerda", dijo, "juntos podemos hacer grandes cosas".
Pensaron en lo que podrían hacer y se les ocurrió una idea. Decidieron organizar un evento de limpieza a gran escala y contar con la ayuda de toda la comunidad. Hicieron carteles, publicaron en las redes sociales y hablaron con sus amigos y familiares.
La respuesta de la comunidad fue impresionante. La gente se unió para limpiar el parque, llenaron camionetas con basura y la llevaron al vertedero. Los niños trabajaron duro, pero no estaban solos. Había adultos, voluntarios y hasta los dueños de las empresas locales ofreciendo sus servicios para ayudar.
Después de un largo día de trabajo, finalmente, el parque estaba limpio de nuevo. Y esta vez, todos estaban determinados a mantenerlo así. Se comprometieron a recoger la basura que veían y a enseñar a otros a hacer lo mismo.
Jose, Mia y Wally se sintieron orgullosos de lo que habían logrado. Sabían que, aunque la limpieza era importante, lo que realmente importaba era la unión de la comunidad en torno a un objetivo común: proteger el medio ambiente. Y descubrieron que, con amistad, esfuerzo y determinación, pueden llegar a ser capaces de conseguir cosas maravillosas.
El sol empezaba a ponerse cuando los niños regresaron a casa agotados pero felices. Al llegar, se dieron cuenta de que habían olvidado algo en el parque. Volvieron, un poco cansados, pero con una sonrisa en la cara, ya que se sentían orgullosos por lo que habían logrado. Al llegar al parque, encontraron a Wally, que estaba esperándolos.
"¡Lo hicieron!", exclamó Wally. "¡Estoy tan orgulloso de ustedes!"
"Lo hicimos juntos", respondió Mia, con una sonrisa en su rostro.
"Y no podríamos haberlo hecho sin ti, Wally", agregó Jose.
Wally se rió. "Bueno, siempre estoy aquí para ayudar".
Los tres se dieron un abrazo y se despidieron del parque. De repente, unas gotas de lluvia empezaron a caer. Miraron al cielo y sonrieron, sabiendo que cada gota de agua ayudaría a mantener el parque limpio y saludable.
"Esta lluvia es un buen augurio para el futuro", dijo Wally. "Un futuro donde la comunidad se une para proteger el medio ambiente juntos".
Y así, con esa esperanza en sus corazones, Jose, Mia y Wally se fueron a casa, sabiendo que habían hecho algo bueno para su comunidad y para el medio ambiente en el que viven.