Historia para Estefani

### Wally y Estefani: El Lago de los Sueños

Era una mañana soleada en el pequeño pueblo de En el Bosque. Los pájaros cantaban alegres y el aire olía a frescura. Estefani, una niña de ocho años con un sombrero de flores, se encontraba frente al lago que había sido su lugar favorito desde que tenía memoria.
Estefani miraba el agua brillar como un espejo y se sentía feliz. Pero hoy, algo no estaba bien. Se dio cuenta de que el lago estaba más tranquilo de lo habitual. No había peces saltando ni patos nadando. Se acercó un poco más y sus ojos se abrieron de par en par.

“¡Oh, no!”, exclamó Estefani. “¿Dónde están todos los peces?”

De repente, sintió un suave goteo a su lado. Era Wally, la Gota de Agua, con su sonrisa brillante y su cuerpo redondeado. A veces, Wally aparecía cuando las cosas no iban tan bien.
“Hola, Estefani”, saludó Wally con una voz alegre. “Puedo ver que estás preocupada”.
“Sí, Wally”, dijo Estefani, frunciendo el ceño. “El lago está triste. No hay peces, y me da miedo que nunca vuelvan”.
Wally miró el agua con atención. “Tienes razón. Ha habido mucha pesca por aquí. Algunos pescadores no han sido cuidadosos y han tomado más peces de los que deberían. Pero podemos hacer algo al respecto”.

“¿Cómo podemos ayudar?” preguntó Estefani, su curiosidad despertándose.

“Primero, necesitamos hablar con la comunidad”, explicó Wally, girando en el aire como una danza. “Los pescadores pueden aprender a pescar de una forma que sea buena para el lago y los peces. Hay maneras de que todos podamos vivir en armonía”.
La niña sonrió, sintiéndose emocionada. “¡Sí! ¡Voy a hablar con los adultos! Pero, ¿cómo les explicamos eso?”
“Podemos hacer una reunión”, sugirió Wally. “Juntos, haremos un plan y mostraremos cómo cuidar nuestro lago”.

Estefani dio un salto de alegría. “¡Eso es! ¡Hagámoslo!”

Y así, mientras el sol comenzó a subir en el cielo, Estefani y Wally comenzaron a caminar hacia el pueblo. En cada paso, Estefani se sentía más valiente, más decidida. Sabía que el lago era importante, no solo para ella, sino para todos.

“Y si logramos que todos ayuden, los peces volverán”, dijo Wally con confianza.

“¡Sí! ¡Los volveremos a ver saltar en el agua!”, exclamó Estefani, mirando el lago con esperanza.
Así comenzó la aventura de Estefani y Wally, con un plan en mente y un gran amor por su lago. La misión por cuidar el agua apenas estaba comenzando, y los dos héroes estaban listos para enfrentar el desafío.

### Capítulo 2: La Reunión del Pueblo

El día de la reunión llegó. Estefani y Wally habían preparado carteles coloridos que decían: “¡Cuidemos nuestro Lago de los Sueños!” Estefani corrió por el pueblo, invitando a todos a unirse.
“¡Hola, don Pedro! ¡Ven a la reunión en el centro! ¡Necesitamos tu ayuda!” gritó Estefani a un anciano con una cara amable.
“¡Claro que sí, Estefani! ¡El lago ha sido parte de nuestras vidas!” respondió don Pedro, caminando con su bastón.
Cuando el sol comenzó a bajar y el cielo se pintó de naranja, la plaza del pueblo se llenó de gente. Estefani se sintió un poco nerviosa al ver tantas miradas en ella, pero Wally flotó a su lado, dándole ánimo.
“¡Tú puedes, Estefani! ¡Recuerda que el lago necesita tu voz!” murmuró Wally, brillante como siempre.
Con una respiración profunda, Estefani se acercó al centro de la plaza y comenzó a hablar. “¡Gracias a todos por venir! Hoy queremos hablar sobre nuestro lago. ¡Está en problemas porque se ha pescado demasiado!”
La multitud murmuró, algunos con expresiones de sorpresa. Estefani siguió, “Si todos trabajamos juntos y aprendemos a pescar de manera sostenible, los peces volverán y el lago será feliz otra vez”.
Don Pedro se adelantó. “Estefani, tienes razón. Pero, ¿qué significa exactamente ‘pesca sostenible’?”
“¡Buena pregunta, don Pedro!” dijo Wally, flotando hacia adelante. “Significa que debemos pescar sólo lo necesario y dejar que los peces crezcan y tengan familias. Podemos establecer días de pesca y límites en la cantidad que se puede pescar”.
La multitud comenzó a hablar entre ellos. Algunos estaban de acuerdo, pero otros se mostraban escépticos.
“¿Y qué pasará si no podemos pescar tanto como antes?” preguntó doña Clara, con una expresión preocupada.
Estefani sintió un nudo en su estómago. “Entiendo que puede dar miedo, pero si todos ayudamos al lago, ¡habrá más peces para todos en el futuro! ¡Y también podremos disfrutar de la pesca sin arriesgarnos a perderlo todo!”
De repente, un niño pequeño llamado Pablo se levantó. Con voz temblorosa, dijo: “Pero, ¿y si ya no hay más peces que pescar? ¿Y si no funciona?”
Wally se acercó a Pablo y le dijo, “A veces, debemos arriesgarnos por algo que amamos. Si cuidamos el lago y lo protegemos, los peces volverán. Ellos quieren vivir como nosotros”.
Las palabras de Wally resonaron en el corazón de cada persona. Hubo un silencio profundo en la plaza, y luego, uno a uno, comenzaron a asentir con la cabeza.
Estefani sonrió. “¡Entonces hagamos un pacto! ¡Prometemos cuidar de nuestro lago y enseñaremos a otros cómo hacerlo!”
De repente, un rayo de luz iluminó el cielo. Todos miraron hacia arriba y vieron un hermoso arcoíris que se formaba. Fue un espectáculo mágico, como si la naturaleza misma estuviera apoyando su misión.

“¡Es un signo!” gritó don Pedro, su voz llena de emoción. “¡El lago nos apoya!”

“¡Sí!” exclamó Estefani, sintiendo la energía positiva a su alrededor. “¡Juntos podemos lograrlo!”
Así, esa noche, el pueblo de En el Bosque hizo un pacto para proteger el Lago de los Sueños. La reunión terminó con risas y promesas de seguir trabajando juntos. Estefani y Wally sonrieron, sintiendo que el final feliz estaba más cerca de lo que pensaban.
Pero, cuando todos se despidieron y el sol se ocultó en el horizonte, Estefani y Wally sintieron un pequeño escalofrío.

“¿Qué tal si mañana revisamos el lago?” sugirió Wally.

“Buena idea, Wally. Debemos asegurarnos de que todo esté bien”, respondió Estefani, sintiendo un ligero cosquilleo en su pecho. ¿Qué nueva aventura les esperaba?

### Capítulo 3: Un Nuevo Comienzo

Al amanecer, el sol brillaba a través de las hojas del bosque, y Estefani se despertó con una sonrisa. Se levantó rápidamente, se vistió y salió corriendo hacia el Lago de los Sueños. Wally la siguió, saltando alegremente por el aire.
“¡Mira, Estefani! El lago se ve hermoso hoy”, dijo Wally, reflejándose en el agua clara.
“Sí, pero quiero asegurarme de que los peces estén bien”, respondió Estefani, preocupada pero esperanzada.
Cuando llegaron al lago, observaron un grupo de pescadores en la orilla. Al acercarse, Estefani vio que algunos de ellos eran amigos de su escuela, y otros eran vecinos.

“¡Hola a todos!” saludó Estefani. “¿Cómo están pescando hoy?”

“Hola, Estefani. Estamos aprendiendo sobre la pesca sostenible”, dijo Andrés, un niño de su clase. “Don Pedro nos explicó cómo funciona. ¡Es genial! También estamos tratando de pescar solo lo necesario”.
Wally brilló de emoción. “¡Eso es maravilloso! ¡Así el lago tendrá más peces y todos podrán disfrutar de la pesca!”
Estefani sintió una ola de alegría. “¿Y están siguiendo los límites que hablamos en la reunión?”
“Sí”, asintió doña Clara, quien estaba junto a ellos. “Hoy solo pescaremos un poco, y después vamos a hacer un concurso de contar historias sobre el lago. Todos compartirán sus recuerdos”.
“¡Eso suena increíble!” exclamó Estefani. “El lago es parte de nuestras vidas, y contar historias nos hará más fuertes juntos”.
Los pescadores comenzaron a compartir anécdotas. Había risas mientras recordaban aventuras pasadas, cuando el lago estaba lleno de peces saltarines y días soleados de pesca. Cada historia traía más risas y sonrisas.
De repente, un pez saltó del agua, brillando como un pequeño rayo de sol. “¡Miren!” gritó Estefani. “¡Un pez! ¡Eso significa que están regresando!”
Todos miraron con asombro. “¡Eso es un buen signo!” dijo Andrés. “Quizá esto esté funcionando realmente”.
Wally se deslizó por el agua, emocionado. “¡Sí! Cada pequeño esfuerzo cuenta. Debemos seguir cuidando el lago y recordarnos mutuamente nuestras promesas”.
La comunidad se unió para hacer una limpieza en la orilla. Limpieron los plásticos, recogieron desechos y cuidaron de las plantas alrededor del lago. Estefani se sintió fuerte y feliz, viendo a todos trabajar juntos.
Al final del día, el sol comenzó a ocultarse y el cielo se llenó de colores. “¡Hemos hecho un gran trabajo!” dijo doña Clara, mirando satisfied).
“Y esto es solo el comienzo”, agregó Estefani. “Podemos hacer del Lago de los Sueños un lugar feliz de nuevo”.
“Sí, todos somos parte de esta historia”, dijo Wally, brillando intensamente. “Cada vez que cuidamos del lago, estamos escribiendo un nuevo capítulo”.
Con el corazón lleno de esperanza, Estefani miró a la comunidad que había ayudado a construir. “Gracias a todos por creer en el lago y en nosotros. ¡Sigamos cuidándolo juntos!”
Y así, el lago no solo se llenó de peces, sino también de risas, historias y amor. Cada vez que las gaviotas cantaban y los árboles susurraban, Estefani sabía que habían hecho lo correcto.
Wally, la Gota de Agua, danzaba feliz en el aire, recordando a todos que cuidar del medio ambiente era una aventura que nunca terminaba. Y con cada nueva historia, el Lago de los Sueños se hacía más fuerte.
Con el último rayo de sol del día brillando sobre el agua, Estefani y Wally se sonrieron, sabiendo que juntos podían lograr cualquier cosa. Fin.

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