Historia para Mama & Thiago

Título: Wally la Gota de Agua y el Proyecto de la Escuela Campo

Capítulo 1: La Lluvia

La luz del sol brillaba a través de la ventana del aula de la escuela Campo cuando Thiago llegó, con su mochila agarrada con fuerza en su espalda. Mama estaba esperando en la puerta para darle un beso en la mejilla.

"Buenos días, Thiago", dijo Mama. "¿Estás emocionado por ir a la escuela hoy?"

"¡Sí, Mamá!" Dijo Thiago, sonriendo. "¡Hoy es el día en que Wally la Gota de Agua vendrá a visitarnos!"
Mama sonrió y asintió. "¡Sí! Wally vendrá a hablarnos sobre cómo podemos ayudar a proteger nuestro planeta y cómo podemos mantener nuestro barrio seguro cuando llueve".
Thiago asintió, emocionado por conocer a Wally. Pero cuando llegaron a la escuela, la lluvia comenzó a caer fuerte, golpeando en los techos y en las calles. Thiago miró hacia el cielo, preocupado por lo que esto significaba para el proyecto de Wally.
Cuando entraron al aula, Wally estaba esperando. Era una pequeña gota de agua, con ojos brillantes y una sonrisa amistosa.
"Hola, chicos y chicas", dijo Wally. "Hoy hablaremos sobre cómo pueden ayudar a proteger nuestro planeta y cómo pueden mantener nuestro barrio seguro cuando llueve".
Thiago levantó la mano. "Pero Wally, ¿qué pasa con la lluvia? ¿No arruinará nuestro proyecto?"
Wally sonrió. "No te preocupes, Thiago. La lluvia es importante para nuestro proyecto".
Wally explicó que cuando llueve mucho, el agua corre por las calles y entra en las alcantarillas, causando inundaciones y daño a los ecosistemas. Pero, si los estudiantes construyen jardines de lluvia en sus patios escolares, pueden reducir la cantidad de agua que entra en las alcantarillas y en su lugar, filtrar el agua en la tierra.
Thiago estaba emocionado. Esto significaba que podía ayudar a proteger su barrio y salvar el planeta.

"¡Hagámoslo!", Dijo Thiago emocionado. "¡Construyamos esos jardines de lluvia!"

Mama sonrió, feliz de ver a su hijo tan entusiasmado por cuidar el planeta.

"¡Hagámoslo juntos!", dijo Mama.

Los estudiantes trabajaron juntos, bajo la guía de Wally, para construir jardines de lluvia en sus patios escolares. Cuando terminaron, la lluvia se detuvo y el sol brillaba. Thiago y sus compañeros estaban orgullosos de su trabajo y emocionados por ver cómo ayudarían a proteger su barrio.

"¡Lo logramos!", Dijo Thiago, saltando de alegría.

Wally sonrió. "¡Eso es! Con el trabajo en equipo y la ayuda de la naturaleza, podemos hacer una gran diferencia".
Los niños celebraron, sabiendo que habían hecho algo bueno por el planeta. Y Thiago estaba emocionado de ver qué más podrían hacer para cuidar nuestro mundo.

Capítulo 2: El Desafío

Los días pasaron y el proyecto de los jardines de lluvia estaba en marcha. Los estudiantes de la escuela Campo se reunían todos los días después de clases para regar las plantas y asegurarse de que todo estaba bien. Mama y Thiago tenían el compromiso de supervisar el progreso del proyecto y hacer que todos cumplieran con sus tareas.
Pero un día, Mama y Thiago encontraron un problema. Una lluvia torrencial había caído la noche anterior y el jardín de lluvia estaba lleno de agua. La calle estaba llena de agua que no podía drenarse, y los estudiantes se reunían alrededor de los jardines de lluvia, tristes de ver que su proyecto no había funcionado.
Mama se acercó a Thiago y le habló en voz baja. "Este es un desafío, Thiago. Tenemos que asegurarnos de que este jardín de lluvia funcione correctamente. ¿Qué podemos hacer?"
Thiago pensó por un momento antes de tener una idea. "¡Tal vez Wally pueda ayudarnos! Él es una gota de agua y sabe mucho sobre la lluvia".
Mama sonrió. "¡Eso es una gran idea! Vamos a buscar a Wally y pedirle su ayuda".
Luego, Mama y Thiago buscaron a Wally por toda la escuela. Finalmente lo encontraron en el patio de recreo, en una charca.

"Mira, Mama", dijo Thiago, señalando a Wally. "¡Allí está Wally!"

Mama y Thiago se acercaron a Wally, que estaba tomando un baño. "Wally, necesitamos tu ayuda", dijo Mama. "El jardín de lluvia no funcionó durante la última tormenta, y no sabemos qué hacer".
Wally salió del charco y miró a Mama y Thiago con preocupación. "Hmm, esto es preocupante. Pero no te preocupes, ¡tengo una idea!".
Wally explicó que la clave para un jardín de lluvia exitoso era asegurarse de que estuviera bien construido, y habló con los estudiantes sobre cómo mejorar el jardín. También sugirió que los estudiantes podrían hacer un seguimiento de la lluvia y asegurarse de que el jardín estuviera listo antes de que llegara la próxima tormenta.
Los estudiantes trabajaron duro para mejorar el jardín de lluvia y, en las semanas siguientes, tuvieron éxito. Cuando llegó la próxima tormenta, el jardín de lluvia funcionó perfectamente. La calle no se inundó y el ecosistema local estaba protegido.
Mama y Thiago estaban orgullosos de su trabajo, y Thiago estaba emocionado de ver cómo un pequeño acto podría marcar una gran diferencia. Él sabía que, con la ayuda de Wally y la naturaleza, él y sus compañeros podían cambiar el mundo.
Todos los estudiantes se reunieron alrededor del jardín de lluvia después de la tormenta. Los ojos de Thiago brillaban de felicidad al ver que su proyecto había funcionado. Los estudiantes estaban emocionados de ver la cantidad de agua que habían sido capaces de recolectar y cómo habían ayudado a evitar la inundación en la calle.
"Gracias a todos por su gran trabajo", dijo Mama. "Veo lo importante que es trabajar juntos para ayudar a nuestro medio ambiente y nuestras comunidades. Ustedes son un gran ejemplo para todos nosotros."
"¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!" Celebró Thiago con un gritó aleatorio y los demás se rieron felices.
Finalmente, Wally flotó sobre ellos y dijo con una sonrisa, "¡Estoy muy orgulloso de todos ustedes y su amor por la naturaleza! Este es solo el comienzo de su compromiso con el medio ambiente y nuestro mundo. Sigamos adelante y hagamos nuestra pequeña parte para marcar una gran diferencia".
Desde ese día en adelante, todos los estudiantes continuaron trabajando juntos para mantener su jardín de lluvia y proteger su comunidad y la fauna local. Mama y Thiago aprendieron que cualquier idea, por pequeña que parezca, puede tener un gran y duradero impacto. Al final del día, todos se sentían felices y orgullosos por su trabajo, y sabían que habían mejorado su mundo con un pequeño jardín de lluvia.

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