Historia para Aitanna

Capítulo 1: "Un día nevado en el bosque"

Hace mucho, en un pequeño pueblo cerca del espeso bosque, vivía una niña de un año llamada Aitanna. Tenía ojos grandes y brillantes como estrellas y una sonrisa que podía derretir el hielo. Aitanna disfrutaba del invierno como ninguna otra cosa, especialmente de los días nevados. Su padre, Carlos, y su madre, Gaby, solían llevarla al bosque cubierto de nieve para construir muñecos de nieve. Un muñeco en particular, Frosty, era su favorito.
Frosty no era un muñeco de nieve común, tenía ojos de piedrecitas resplandecientes, una sonrisa hecha de espigas de pino y un viejo sombrero mágico que le daba la capacidad de hablar. Pero había algo aún más especial en Frosty: descubrió que podía comunicarse con los animales del bosque.

Capítulo 2: "El desafío musical"

Un día, Frosty ideó un plan maravilloso. Quería darle una sorpresa a los habitantes del pueblo organizando un concierto navideño especial con la ayuda de sus amigos animales. Pero había un problema: los animales no sabían hacer música.
Aitanna, Frosty, Carlos y Gaby trabajaron duro, trataron de enseñar a los animales a cantar y a tocar instrumentos hechos de cosas naturales del bosque. Pero fue un verdadero desafío, los pájaros desafinaban, las ardillas olvidaban el ritmo y los conejos no podían seguir la melodía.
Sin embargo, Aitanna no se desanimó. Animó a todos con su sonrisa radiante y palabras de aliento. "Buenas cosas le suceden a quienes saben esperar", decía siempre.

Capítulo 3: "La melodía del bosque"

Con mucho esfuerzo y paciencia, poco a poco, los animales comenzaron a mejorar. Los pájaros afinaron sus trinos, las ardillas aprendieron a mantener el ritmo golpeando las piñas, y los conejos finalmente siguieron la melodía. La armonía finalmente llenó el aire del bosque, la "Melodía del Bosque" se había hecho realidad gracias a la dedicación de todos.
La noche del concierto, los aldeanos fueron guiados al bosque por el sonido de la hermosa música. Su sorpresa y asombro eran inmensos al ver a Frosty dirigiendo un coro de animales. Aitanna, con su brillante sonrisa, aplaudía felizmente.

Capítulo 4: "Bajo la nieve y las estrellas"

La música resonó en todo el pueblo, cada nota era un regalo de los habitantes del bosque a los aldeanos. Fue la mejor Navidad que el pequeño pueblo había tenido, gracias a Frosty, Aitanna, Carlos y Gaby. La sonrisa de Aitanna y el trabajo duro de todos habían hecho posible lo imposible.
Esa noche, bajo la nieve y las estrellas, todos aprendieron que las buenas cosas realmente llegan a quienes saben esperar. Y cada vez que nevaba, todos recordaban la melodía del bosque y la sonrisa de una pequeña niña que creía en la magia de la paciencia y la bondad.
Y así, en cada Navidad, los ecos de esa melodía del bosque llena de esperanza y alegría siguen resonando en el corazón del pueblo, convirtiéndose en una dulce canción que todos esperan con ansias.

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