Historia para Illaq

Título: Molly la Mezcladora y el Jardín Secret

Capítulo 1: El Proyecto de Illaq

Illaq miraba con ojos brillantes su jardín con una ligera mueca de decepción en su rostro. Había imaginado un jardín hermoso, lleno de flores y frutas, pero no podía lograrlo solo. Necesitaba ayuda para construir su jardín mágico, y Molly la Mezcladora era su mejor amiga para ese trabajo.
Illaq salió corriendo a buscar a Molly, quien estaba en su taller de construcción. Al llegar, encontró a Molly mezclando arcilla y cemento juntos, con su gran tambor dando vueltas. Molly lo saludó con un ruido de motor, y Illaq respondió con una amplia sonrisa.
"Molly, ¿me puedes ayudar a hacer un jardín mágico?" dijo Illaq mientras señalaba con el dedo el terreno vacío.

"¡Por supuesto, Illaq! ¿Qué necesitamos hacer?" preguntó Molly emocionada.

Illaq tenía una idea brillante. Quería crear un video en cámara rápida para mostrar cómo crecía su jardín a lo largo del tiempo. La idea de crear un video entusiasmó a Molly, y juntos comenzaron a trabajar en la construcción del jardín.
Molly empezó a mezclar cemento, mientras Illaq plantaba las semillas de las flores en la tierra. Pronto, otros niños se unieron a ellos para ayudar en el proyecto. Algunos abrieron agujeros para las plantas, mientras que otros se encargaron de regarlas.
Molly la Mezcladora se aseguró de que todo estuviera mezclado correctamente, mientras que Illaq se aseguraba de que cada flor y árbol estuvieran en su lugar correcto. Los niños se divirtieron mucho trabajando juntos.
Finalmente, después de muchas horas de trabajo, el jardín tomó forma. Las flores comenzaron a crecer, y los árboles comenzaron a dar frutos. Todo estaba hermoso. Los niños estaban extasiados.
Molly la Mezcladora tuvo la brillante idea de grabar un video en cámara rápida para mostrar el proceso de construcción del jardín. Los niños estaban felices de mostrar su trabajo en el video.
Al final del día, los niños se sentaron juntos y observaron el video que habían creado. Todos estaban orgullosos de lo que habían logrado juntos.
"Illaq, la clave de todo esto fue el trabajo en equipo. Todos ayudamos a hacer realidad tu sueño", dijo Molly la Mezcladora.
"Gracias, Molly, y gracias a todos ustedes. Realmente trabajamos juntos como equipo, y el jardín resultó hermoso", dijo Illaq, sonriendo.
Al final, la moraleja de la historia fue clara para los niños: trabajar juntos y ser amables siempre da buenos resultados.

Capítulo 2: Un visitante inesperado

Illaq y los niños estaban entusiasmados con su jardín mágico. Cada día, regaban las flores y los árboles con cariño y cuidado. Pero un día, algo extraño sucedió.
Illaq notó que una de las plantas estaba empezando a marchitarse. Preocupado, corrió a buscar a Molly la Mezcladora y le pidió ayuda para salvar la planta.
Molly examinó la planta y descubrió que había una criatura pequeña y peluda comiendo las hojas de la planta. "Es una oruga, Illaq", dijo Molly. "Debemos sacarla del jardín antes de que destruya todas las plantas".
Los niños, preocupados, se unieron a Illaq y Molly para buscar y sacar todas las orugas del jardín. Pero cuando pensaron que habían atrapado todas, descubrieron que había más y más.
Frustrados y tristes, Illaq y los niños decidieron no tener más orugas en su jardín mágico. Pero Molly les recordó que había una forma amable y segura de evitar que las orugas comieran sus plantas.
"Podemos hacer un lugar especial para las orugas en un rincón del jardín, donde puedan tener su comida y no afectarán las plantas. Así no necesitan destruir nada, y podemos seguir siendo amables con la naturaleza", propuso Molly.
Illaq y los niños aceptaron su idea y construyeron un pequeño jardín especial para las orugas. En poco tiempo, las orugas se mudaron al nuevo jardín y empezaron a comer las hojas de un árbol dedicado especialmente para ellas. El resto del jardín floreció hermoso y saludable.
Los niños aprendieron una lección importante sobre cómo ser amables incluso con criaturas pequeñas y molestas, y cómo encontrar soluciones creativas y amables a los problemas del jardín. Al final, el jardín de Illaq se volvió aún más mágico y querido gracias a su trabajo en equipo y su amabilidad con la naturaleza.
Illaq y los niños estaban felices de ver cómo su jardín mágico se había recuperado. Se sentaron en un banco de madera que habían construido cerca del jardín y miraron hacia las plantas florecientes con una sonrisa.
"Gracias, Molly, por enseñarnos cómo ser amables con todo", dijo Illaq emocionado. "Estoy feliz de haber aprendido a cuidar de las orugas y de cómo encontrar soluciones creativas a los problemas en el jardín".
Molly sonrió y acarició la cabeza de Illaq: "Siempre debemos tratar de ser amables, especialmente con los seres más pequeños y vulnerables. Me alegro de que hayas aprendido esa lección. Tu jardín es un lugar especial y mágico ahora, gracias a tu trabajo duro y amabilidad".
Illaq y los niños estaban encantados de haber creado un jardín tan hermoso y mágico, y prometieron cuidar y protegerlo siempre. Y así, con el sol brillante en el cielo y las plantas floreciendo, Illaq y los niños se levantaron y, de la mano, caminaron hacia su futuro lleno de aventuras y amabilidad.

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