Historia para Renzo & Fausto

Título: Greeny y los niños de Bariloche

Capítulo 1: Greeny, el árbol más grande y fuerte del bosque, observaba con tristeza cómo un grupo de hombres con herramientas de corte se acercaba a su hogar. Mientras tanto, Renzo de un año de edad y Fausto de nueve años jugaban en el bosque, recogiendo ramitas y hojas para hacer una casa en el árbol de Greeny.
- ¡Mira, Fausto! - señaló Renzo con su pequeño dedito - ¿Por qué esos señores están haciendo eso?
- Oh no - suspiró Fausto, entendiendo lo que estaba pasando - Están aquí para cortar el bosque y construir un centro comercial.
Greeny escuchó la conversación de los niños y rápidamente se acercó a ellos para hablar.
- ¡Hola chicos! - dijo Greeny en su voz profunda y resonante - ¿Pueden ayudarme? Estos hombres están aquí para destruir nuestro hogar y necesitamos hacer algo para detenerlos.

- ¡Claro, Greeny! - exclamó Fausto - ¿Qué podemos hacer?

- Hay que pensar en un plan para que se den cuenta de que nuestro hogar es muy importante - sugirió Greeny.
Renzo intentó ayudar, pero no sabía qué hacer. Entonces, Sol, la madre de los niños, apareció caminando por el bosque y se unió a la conversación.

- Escuché que necesitan ayuda - dijo Sol sonriendo - ¿En qué puedo ayudar?

Greeny les explicó la situación y juntos comenzaron a pensar en un plan para salvar el bosque. Después de un rato, Fausto tuvo una idea brillante.
- Debemos hacer una gran cartelera que diga "NO AL CENTRO COMERCIAL" y colocarla en el bosque - dijo Fausto.
- ¡Eso es genial! - respondió Greeny - Si los hombres lo ven, se darán cuenta de lo importante que es nuestro hogar y no lo destruirán.
Así, Renzo, Fausto y su madre Sol trabajaron juntos para hacer la cartelera más grande y llamativa posible, mientras Greeny observaba desde arriba, orgulloso y agradecido por tener a estos amigos tan valiosos.
Capítulo 2: La construcción de la cartelera fue más difícil de lo que pensaron, pero los niños y Sol trabajaron sin parar hasta que estuvo lista. La colocaron en la entrada del bosque, justo en frente de donde los hombres estaban trabajando.
Al principio, los hombres no le prestaron atención al cartel, pero luego comenzaron a notarlo y a ver los dibujos que los niños habían hecho. Había un dibujo de Greeny con una sonrisa, junto a los pájaros y los animales del bosque. También había un dibujo de una familia feliz en el bosque, junto a un dibujo del centro comercial y una gran X roja.
- Deberíamos ir a preguntarles a los niños por qué no quieren que construyamos aquí - dijo uno de los hombres.
Cuando se acercaron a la cartelera, Fausto explicó que el bosque era el hogar de muchos animales, incluyendo a Greeny, el árbol más antiguo y sabio del bosque. También explicó que no querían que se cortaran los árboles y se construyera un centro comercial, porque eso dañaría el bosque y a sus amigos.
Los hombres se detuvieron y pensaron en lo que Fausto les había dicho. Entonces, de repente, uno de ellos dijo:
- Ya sé. Podemos construir el centro comercial más allá de este bosque y mantenerlo como una zona verde y protegida.
Todos estuvieron de acuerdo y se dieron cuenta de que la idea de Fausto era realmente buena. Los niños y Sol estaban emocionados y agradecidos porque su plan había funcionado.

- ¡Lo hicimos! - dijo Renzo, golpeando sus pequeñas manos.

Greeny estaba feliz de que todos trabajaron juntos para salvar el bosque. Sabía que estas cosas no siempre se resolvían tan fácilmente, pero en este caso, los niños habían demostrado que la creatividad y la amistad podían prevalecer sobre las cosas materiales.
Desde ese día, Greeny, Renzo, Fausto, Sol y todos los animales del bosque vivieron felices juntos, sabiendo que su hogar estaba a salvo gracias al ingenio de los niños.

FIN.

Los días siguientes fueron emocionantes para todos. Renzo y Fausto visitaron a Greeny todos los días para contarle historias y jugar con los animales del bosque. Además, los hombres comenzaron a construir el centro comercial en otro lugar, lo que significaba que el bosque y sus amigos estarían a salvo.
Sol estaba tan orgullosa de sus hijos y de todo lo que habían logrado. Había visto a Renzo y Fausto crecer y aprender juntos, pero esta aventura había demostrado que eran más fuertes de lo que ella había imaginado.
Con el tiempo, Renzo y Fausto se convirtieron en los mejores amigos. Cada vez que miraban hacia el bosque, recordaban la aventura que habían vivido juntos y la importancia de cuidar el medio ambiente.
Greeny, por su parte, continuó siendo el árbol más sabio del bosque y una presencia constante para Renzo, Fausto y todos sus amigos. Sabía que siempre estaría allí para proteger el bosque y guiar a los niños en su futuro.
Y así, la historia de Greeny y los niños de Bariloche llegó a su final feliz. La amistad, la creatividad y el cuidado del medio ambiente habían ganado, dejando un legado de esperanza y perseverancia para todas las generaciones que vendrían.

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