Historia para Lucía & Rodrigo

Lucía y Rodrigo estaban sentados en el jardín de su casa, jugando bajo la sombra de un árbol. Hacía mucho calor y el sol brillaba fuerte en el cielo sin ninguna nube que lo cubriera. Los niños estaban sedientos y sus gargantas secas.

Papá Oscar llegó al jardín con una botella de agua. "¿Quieren un poco de agua?", preguntó a los niños. Lucía y Rodrigo tomaron la botella y bebieron ansiosamente el agua fresca y deliciosa.

Mamá Mily se unió a ellos en el jardín y se sentó debajo del árbol. "Estamos viviendo una sequía muy grave", dijo. "El agua es escasa y todos tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para ahorrarla".

Tito Polo y Tata llegaron al jardín para visitar a sus nietos. "Los árboles son muy importantes para el medio ambiente", dijo Tito Polo. "Nos ayudan a mantener el agua en la tierra y a proteger el suelo de la erosión".

Lucía y Rodrigo se miraron confundidos. "¿Cómo pueden los árboles ayudar a mantener el agua en la tierra?", preguntó Rodrigo.

Tata sonrió. "Hay un árbol en particular que tiene un trabajo muy importante cuando hace falta agua. Se llama Greeny y es un árbol mágico que ayuda a mantener la lluvia y las fuentes de agua frescas".

"Por supuesto", dijo Papá Oscar. "Vamos a ir a buscarlo y nos enseñará cómo podemos ayudar a conservar el agua".

Los niños estaban emocionados de conocer a Greeny y aprender cómo pueden hacer una diferencia en su planeta. Juntos, salieron de su casa y se dirigieron hacia la montaña donde Greeny vive.

El sol ardiente brillaba en el cielo mientras los niños y sus abuelos ascendían la montaña. A medida que avanzaban, la tierra se volvía cada vez más seca y el aire cada vez más cálido.

Tito Polo tomó la mano de Lucía y la de Rodrigo. "No te preocupes, estamos en camino de ver a Greeny, quien nos enseñará cómo podemos ayudar", dijo con una sonrisa.

De repente, escucharon un ruido extraño, como si algo se estuviera moviendo en el aire. Todos se detuvieron y miraron hacia el cielo. Un grupo de pájaros volaba en círculos, gritando y moviéndose de manera extraña.

De repente, una ráfaga de viento sopló con fuerza y comenzó a levantar polvo y ramitas del suelo seco. Los niños comenzaron a toser, mientras intentaban cubrir sus bocas y narices.

Corrieron cuesta arriba buscando la sombra de los árboles, y luego algo inesperado sucedió. De repente, los pájaros cesaron su canto y el viento se detuvo. Todo quedó en silencio. Se escuchó un sonido suave, como si algo estuviera cayendo lentamente del cielo.

Los niños y sus abuelos miraron hacia arriba y vieron una nube blanca que se acercaba.

Las gotas de lluvia cayeron sobre ellos refrescándolos. Todo el grupo se llenó de alegría y esperanza.

"Esta es una señal de que estamos en el camino correcto", dijo Tata con una sonrisa.

Continuaron subiendo hasta que vieron a un árbol gigante en lo alto de la montaña. El árbol tenía ramas extendidas y hojas verdes y saludables. Los niños se acercaron a Greeny y lo saludaron.

Los niños explicaron la situación y cómo estaban preocupados por la sequía y la falta de agua.

"Los árboles son muy importantes", dijo Greeny. "¿Quieren saber cómo pueden ayudar a mantener el agua en la tierra?"

Los niños y sus abuelos se acercaron a Greeny mientras él les enseñaba cómo proteger el agua. Escucharon atentamente y aprendieron cómo reducir el uso de agua en su hogar y en el jardín, y cómo plantar más árboles para ayudar a mantener la lluvia.

Los niños y sus abuelos volvieron a casa con conocimientos valiosos y la determinación de hacer una diferencia en el planeta. La lluvia comenzó a caer con fuerza y felicidad, mientras todos agradecían a Greeny por su sabiduría y su ayuda.

Los niños y sus abuelos regresaron a casa con una sensación de esperanza y alegría. Lucía y Rodrigo estaban emocionados de poner en práctica todo lo que Greeny les había enseñado, y les contaron a sus padres lo que habían aprendido. Papá Oscar y Mamá Mily se sintieron orgullosos de sus hijos y se comprometieron a hacer su parte para proteger el agua y cuidar del medio ambiente.

Con el tiempo, las lluvias regresaron y el paisaje se volvió más verde y exuberante. Los pájaros volvieron a cantar y los ríos comenzaron a fluir de nuevo. La comunidad de Casa se unió para crear un jardín comunitario y plantar más árboles, asegurándose de que el agua se mantuviera en la tierra y ayudara a la vida silvestre local.

Lucía y Rodrigo continuaron visitando a Greeny en la montaña, aprendiendo más sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y ayudando a compartir su conocimiento con otros niños. Y Greeny siguió siendo un amigo sabio y amable para todos aquellos que buscaban su consejo.

La lluvia había traído la renovación y la esperanza a Casa, y Lucía y Rodrigo se sintieron agradecidos de haber encontrado a Greeny y de haber aprendido cómo pueden marcar la diferencia en su comunidad y en el mundo.