Historia para Emmi Lohana Cano Cascante

Título: "Emmi y Windy: Juntos por un futuro sostenible"

Capítulo 1

Emmi Lohana Cano Cascante era una niña curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras para aprender cosas nuevas. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y campos de cultivo en Costa Rica. Un día, mientras caminaba hacia la escuela, vio algo inusual en el horizonte. Se detuvo y miró con atención: ¡era una enorme turbina de viento! Para su sorpresa, la turbina tenía un nombre: "Windy".
Emmi se acercó a la turbina y se encontró con un grupo de niños pequeños del jardín de infantes que trabajaban juntos con Windy. Ellos estaban aprendiendo sobre la energía renovable y cómo podemos usarla para cuidar nuestro planeta. Windy les enseñó sobre la energía del viento y cómo se puede convertir en electricidad.
-Soy Windy -dijo la turbina de viento con una voz suave-. Estoy aquí para ayudar a nuestra comunidad a ser más sostenible y cuidar de nuestro hogar, la Tierra.
Emmi estaba fascinada con Windy y cómo los niños trabajaban juntos con la turbina para generar energía. A partir de ese momento, decidió unirse a ellos y ayudar a cuidar del medio ambiente. "Quiero ser parte de esto", pensó Emmi.
-Eso suena genial, Emmi -dijo Windy-. Si quieres, puedes unirte a nuestro equipo y ayudarnos a crear un futuro sostenible para todos.
Emmi sonrió y supo que había encontrado su nueva aventura. Junto con Windy y los niños del jardín de infantes, Emmi ayudaría a construir una granja eólica sostenible para su comunidad. Desde ese día, Emmi y Windy trabajarían juntos para proteger el medio ambiente y crear un futuro mejor para todos.

Capítulo 2

Emmi y los niños del jardín de infantes pasaron los días trabajando duro en la granja eólica. Se divertían aprendiendo sobre el viento y la energía mientras trabajaban juntos para construir nuevas turbinas de viento. Windy estaba allí para enseñarles y guiarlos en cada paso del camino.
Un día, mientras instalaban una nueva turbina de viento, una fuerte ráfaga de viento sopló repentinamente. El viento era tan fuerte que Emmi y los niños pequeños se tambalearon y perdieron el equilibrio.

-¡Oh no! -gritó Emmi-. ¿Están bien todos?

Los niños del jardín de infantes se asustaron y comenzaron a llorar. Vieron que una de las turbinas de viento se había tambaleado y estaba a punto de caer. Emmi se apresuró a ayudar, pero la turbina era demasiado pesada para que ella la moviera sola.

-¡Rápido, necesitamos ayuda! -gritó Emmi.

De repente, Emmi recordó la historia que Windy les había contado sobre cómo se habían instalado las turbinas de viento en un campo de cultivo en Dinamarca. En esa historia, los habitantes del pueblo habían trabajado juntos para asegurarse de que las turbinas de viento estuvieran firmemente plantadas en el suelo. Emmi sabía que tenían que hacer lo mismo aquí.

-¡Chicos, tenemos que trabajar juntos! -dijo Emmi mientras llamaba a los demás.

Los niños pequeños secaron sus lágrimas y se unieron a Emmi. Trabajaron juntos y, poco a poco, pudieron levantar la turbina de viento y moverla hacia un lugar seguro.

-¡Lo logramos! -gritaron los niños.

Emmi y los niños se abrazaron felices mientras Windy les miraba con orgullo.

-¡Bien hecho, chicos! -dijo Windy-. Trabajaron juntos y lograron superar el desafío.
Ese día, Emmi aprendió que cuando trabajamos juntos y nos apoyamos mutuamente, podemos superar cualquier desafío. Windy y los niños del jardín de infantes le enseñaron una valiosa lección, y Emmi se sintió agradecida de tenerlos en su vida. Juntos, continuarían trabajando para un futuro sostenible y seguirían aprendiendo y creciendo juntos.
Después de ese día, el jardín de infantes y Windy siguieron trabajando juntos para construir más turbinas de viento y promover la energía renovable. La granja eólica se convirtió en un lugar popular para visitar, y Emmi y los niños estaban orgullosos de mostrar su trabajo a otros.

Un día, un hombre mayor visitó la granja eólica y se acercó a la pequeña Emmi.

-¿Qué estás haciendo aquí, pequeña? -preguntó el hombre con curiosidad.

-¡Estamos construyendo una granja eólica! -respondió Emmi con una sonrisa en su rostro-. Queremos ayudar a proteger nuestro planeta.

El hombre sonrió y asintió con la cabeza.

-¡Eso es admirable! -dijo-. Es importante que piensen en el futuro y trabajen juntos para hacer del mundo un lugar mejor para todos.
Emmi y los niños del jardín de infantes estaban felices de haber hecho un impacto positivo en su comunidad y en el mundo. Aprendieron que incluso los niños pequeños pueden marcar una gran diferencia cuando trabajan juntos y se comprometen a hacer el bien.
La granja eólica siguió produciendo energía limpia y sostenible, y Emmi y los niños del jardín de infantes se sintieron agradecidos por haber tenido la oportunidad de colaborar con Windy para hacer del mundo un lugar mejor.

Sé el
protagonista
de tu
propia historia

Vertical Line
Download on the App StoreGet it on Google Play