Historia para Vicky

Vicky estaba emocionada por su primer día de verano en el Parque. Cuando su padre le dijo que podía unirse al club de jardinería del parque, Vicky no podía esperar para empezar.

Llegó temprano a la reunión del club y se sentó junto a un grupo de niñas que estaban colocando semillas en macetas pequeñas. Vicky se unió con entusiasmo, plantando semillas de girasol y zanahoria en una maceta de barro.

Después de un par de horas, el grupo estaba satisfecho con su trabajo y se dispusieron a irse. Vicky se despidió de sus nuevos amigos y se dirigió a casa.

Esa noche, mientras cenaba con su familia, Vicky notó que un par de sus plantas se estaban marchitando ya. Ella estaba preocupada y decidió volver al parque para investigar lo que estaba sucediendo.

Cuando llegó al Parque, se encontró con su amiga Delaney, quien estaba visiblemente molesta. Delaney cuidaba de un jardín en la parte trasera del parque, y descubrió que todas sus plantas estaban completamente marchitas.

Vicky y Delaney miraron a todas partes, tratando de encontrar la causa del problema. Fue entonces cuando escucharon un ruido extraño viniendo de detrás de la fuente del parque.

Vicky y Delaney se acercaron con cautela, observando detrás de la fuente, y vieron a un hombre de aspecto malvado arrojando algo extraño sobre el jardín. El hombre sonrió maliciosamente cuando se dio cuenta de que estaba siendo observado.

"Ha llegado el momento de acabar con este jardín", dijo el hombre con una risa malvada.

Vicky sabía que no podía dejar que el hombre destruyera el jardín. Fue entonces cuando un pequeño insecto apareció de la nada. Era Polly, el polinizador, y estaba allí para ayudar.

"¡No permitas que este hombre te haga daño!", dijo Polly, volando alrededor de la cabeza de Vicky.

Vicky sabía que tenía que hacer algo, así que tomó una bolsa de semillas y empezó a arrojarlas al jardín. Delaney también agarró una bolsa, y juntos, corrieron hacia el hombre malvado, gritando y arrojando semillas.

El hombre intentó detenerlas, pero Polly lo distrajo y lograron llegar y arrojar todas las semillas en su bolsa. El hombre, al ver que había sido superado, huyó corriendo.

Vicky y Delaney trabajaron duro, regando el jardín, y al final, las plantas empezaron a florecer de nuevo. Polly voló alrededor de ellas, asegurándose de que todo estuviera bien. Cuando todo estuvo terminado, Polly desapareció en una nube de polvo dorado.

Vicky estaba muy agradecida por la ayuda de Polly, y sabía que había aprendido una gran lección: que con la ayuda de amigos y un poco de trabajo duro, podía hacer cualquier cosa.

Vicky y Delaney se dieron cuenta de que el hombre malvado había dejado un extraño residuo en el jardín. No sabían qué era, pero temían que pudiera dañar las plantas nuevamente. Decidieron hablar con el profesor de biología del parque, el Sr. García, para pedirle ayuda.

Cuando llegaron a la oficina del Sr. García, le explicaron lo que había sucedido esa mañana y lo que habían visto. El Sr. García parecía preocupado, les preguntó si habían tocado el extraño residuo. Vicky y Delaney asintieron.

"Lo siento mucho chicas, pero esa sustancia es muy peligrosa. Es un pesticida utilizado para matar insectos y plantas. Podría haberles causado daño", dijo el Sr. García con una mirada seria en su rostro.

Las dos niñas se sintieron asustadas y tristes al mismo tiempo. Habían intentado salvar el jardín, pero sin saberlo habían causado más daño.

El Sr. García les aseguró que no había nada de qué preocuparse, y que él y un equipo de expertos limpiarían y sanarían el jardín lo antes posible.

Vicky y Delaney sintieron un gran alivio al escuchar esto. Agradecieron al Sr. García por su ayuda y regresaron a casa, pensando en cómo pueden ayudar a evitar que cosas como estas vuelvan a suceder.

Al llegar a casa, Vicky le contó todo a su padre, quien estaba muy orgulloso de ella y de su amiga. Le aseguró que haría todo lo posible para ayudar a promover mejores prácticas de jardinería y crear conciencia sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Vicky se sintió feliz al saber que había hecho algo bueno, y también se sintió agradecida de haber conocido a Polly, el polinizador, quien la había ayudado en su aventura en el parque. Sabía que siempre recordaría la importante lección que había aprendido ese día: que juntos podemos trabajar para proteger el medio ambiente y mantener nuestros jardines saludables y hermosos.

En los días siguientes, Vicky y Delaney visitaron el parque para ver cómo se estaba recuperando el jardín. Quedaron asombradas al ver que estaba en plena floración, más hermoso que nunca. Se acercaron al jardín y vieron a Polly, rodeado por un grupo de abejas, volando de flor en flor.

"Polly, gracias por todo lo que hiciste por nosotros. Sin ti, nunca habríamos descubierto el pesticida y podríamos haber causado más daño al jardín", dijo Delaney, con una sonrisa en su rostro.

Polly sonrió y les dijo que estaba muy feliz de haberlos ayudado. También les agradeció por ser tan valientes y por preocuparse por el medio ambiente. Les dijo que nunca debían dejar de explorar el mundo y de aprender más sobre la naturaleza.

Vicky y Delaney se despidieron de Polly y prometieron siempre cuidar del medio ambiente. Caminaron hacia la salida del parque, hablando sobre cómo podían ayudar a crear un mundo más saludable y feliz.

A medida que llegaban a la salida, una caja misteriosa llamó su atención. Vicky y Delaney se acercaron y la abrieron. Dentro encontraron una nota que decía: "Gracias por salvar el jardín. Aquí hay algunas semillas adicionales para que puedan plantar en sus casas. ¡Cuidemos juntos del planeta!"

Las dos niñas se miraron con una sonrisa y se abrazaron. Sabían que siempre podrían contar con la ayuda de sus amigos del parque y que juntos podrían hacer una gran diferencia en el mundo.