Historia para Simón

Era un día soleado en el parque, y Simón estaba feliz de estar al aire libre después de estar dentro de su casa por días por la lluvia. Pero de repente, las nubes comenzaron a oscurecerse en el cielo y los rayos iluminaron el mundo. Simón se asustó y empezó a correr hacia su casa, pero cuando se dio cuenta de que las criaturas del bosque no tenían hogares para esconderse, decidió quedarse y ayudar.

Así que, Simón llamó a sus amigos animales, como la ardilla Remy y el ratón Miguel, y juntos empezaron a buscar un refugio mientras el viento soplaba con fuerza. Fue entonces cuando Simón vio a Wally, la gota de agua, colgando de una hoja de árbol. Wally parecía estar asustado, pero ella rápidamente se convirtió en la líder del grupo, y les enseñó a todos cómo coleccionar y almacenar agua de lluvia.

Wally les dijo a todos que era importante guardar el agua porque la lluvia podía no venir de nuevo por un tiempo. Juntos, construyeron pequeñas casas con hojas de árboles, ramitas y pasto, para protegerse de la tormenta. Miguel y Remy recogieron tantas gotas de agua como pudieron y las guardaron en sus hogares improvisados.

Eventualmente, la tormenta se detuvo, y los animales estaban agradecidos por la ayuda de Wally y la lección que ella les había enseñado. Simón hizo una promesa a Wally de siempre cuidar del agua y compartió su nueva sabiduría con sus padres para que ellos también pudieran ayudar a conservar lo que Wally había compartido.

Después de la tormenta, el parque estaba lleno de charcos y el arroyo estaba corriendo rápido. Simón estaba emocionado de ver tanto agua, pero Wally sabía que el agua debía ser tratada con cuidado. Ella les enseñó a Simón y sus amigos la importancia de no tirar basura en el agua y de mantenerla limpia.

Un día, Simón y sus amigos decidieron explorar el arroyo detrás del parque. Mientras caminaban por el borde del agua, Simón vio algo extraño flotando. Era un juguete de plástico que alguien había dejado allí. Miguel quería llevarlo a su casa, pero Wally le advirtió que no era seguro llevar objetos extraños al arroyo, ya que podían dañar la vida silvestre que vivía allí.

Pero antes de que pudieran hacer algo, una fuerte lluvia comenzó y el arroyo se desbordó. Rápidamente, Simón y sus amigos retrocedieron hacia el parque. Después de la lluvia, regresaron al arroyo para ver el daño. Desafortunadamente, vieron muchos peces muertos y otros animales luchando por sobrevivir.

Simón sintió mucha tristeza al ver el daño y se preguntó si podrían hacer algo para ayudar. Fue entonces cuando Wally tuvo una idea. Si todos trabajaban juntos para limpiar el arroyo, podrían restaurar la salud del ecosistema. Simón y sus amigos recolectaron palos y ramitas para hacer un muro y evitar que la basura fluyera por el arroyo.

Fue un trabajo duro, pero al final del día, Simón y sus amigos habían logrado limpiar la mayoría de la basura en el arroyo y habían restaurado el hogar de muchos animales silvestres. La lección de Wally sobre cuidar el agua había enseñado a Simón y sus amigos la importancia de ser buenos guardianes del medio ambiente.

Después de un día de trabajo, Simón y sus amigos se sintieron cansados pero felices. Habían logrado hacer una gran diferencia en el arroyo, y ahora estaba más limpio y más seguro para los animales que vivían allí. Wally estaba muy orgullosa de ellos, y les dijo que habían demostrado ser muy buenos cuidadores del medio ambiente.

A medida que el sol se ponía, Simón se dio cuenta de algo importante. A pesar de que la limpieza del arroyo había sido un gran logro, la lucha por mantener el medio ambiente y proteger a los animales continuaría. Pero con la ayuda de Wally, Simón sabía que él y sus amigos podrían hacerlo.

"¡Gracias, Wally!", exclamó Simón, abrazando a la pequeña gota de agua. "Gracias por enseñarnos a cuidar de nuestro hogar y proteger a los animales que viven aquí".

Wally sonrió, sintiendo el amor y la gratitud de los niños. "Estoy feliz de haber ayudado", dijo. "Siempre estaré aquí para enseñarles más sobre el cuidado del medio ambiente y cómo podemos hacer la diferencia. Ahora, vamos a celebrar nuestro éxito con un picnic en el parque".

Así que, Simón y sus amigos extendieron una manta en el césped, compartieron bocadillos y disfrutaron del agradable clima. Había muchas cosas que Simón y sus amigos querían hacer para seguir protegiendo a los animales silvestres de su hogar en el parque, y sabían que serían guiados y apoyados por la pequeña gota de agua, Wally.