Era un brillante día soleado en la ciudad de Ruedaville. Todos los vehículos estaban felices, y el aire era fresco y lleno de energía. En una esquina, un bulldozer amarillo resplandeciente llamado Benny estaba trabajando en un nuevo parque. “¡Oh, qué divertido será tener un parque para jugar!” pensaba mientras movía la tierra de un lado a otro.
Juampi, un niño de seis años con una gorra roja, y su hermano pequeño Teo, de tres años, con una camiseta azul, estaban en el parque, mirando a Benny. “¡Hola, Benny!” gritaron al unísono.