Historia para Lucía & Rodrigo

Título de la historia: Shere Khan y la crisis de la selva

Capítulo 1: El encuentro en el río

Lucía y Rodrigo estaban jugando cerca de un río en la selva cuando un gran rugido los asustó. Era Shere Khan, el tigre más temido de todos los animales. Shere Khan se acercó lentamente a ellos, mientras los niños trataban de esconderse detrás de un árbol.

"¿Qué hacen aquí solos en la selva?", preguntó Shere Khan con su profunda voz.

Lucía y Rodrigo temblaban de miedo, no sabían cómo responder. Pero entonces, se dieron cuenta de que Shere Khan no parecía estar enojado, sino más bien curioso.

"Estamos jugando, señor tigre", respondió Lucía con voz temblorosa.

Shere Khan los miró por un momento y luego se dio media vuelta para marcharse. Los niños suspiraron aliviados, pero entonces el tigre se volvió hacia ellos de nuevo.

"Esperen un momento", dijo. "Tengo algo que contarles".

Lucía y Rodrigo se miraron el uno al otro, preguntándose qué podía querer Shere Khan de ellos. Pero no tuvieron que esperar mucho para averiguarlo.
"Escuchen, niños", comenzó el tigre. "Hay algo grave sucediendo en la selva. Los animales están peleando entre sí y todo se está volviendo peligroso. Pero si trabajamos juntos, podemos resolver este problema".
Los niños se sorprendieron al escuchar a Shere Khan hablar de esta manera. Siempre habían oído que era un animal solitario e imponente, pero ahora parecía diferente.

"¿Trabajar juntos?", preguntó Rodrigo con curiosidad.

"Exactamente", respondió el tigre. "Creo que es hora de que aprenda algo sobre humildad y cooperación. ¿Qué dicen?"
Lucía y Rodrigo se miraron de nuevo, pero esta vez con una sonrisa en el rostro. No estaban seguros de cómo podrían ayudar, pero estaban emocionados de unirse a la lucha por la selva.

"Estamos de acuerdo", dijeron al unísono.

Shere Khan asintió con la cabeza antes de desaparecer en la selva. Los niños se quedaron allí, aún un poco asustados pero también llenos de emoción por lo que estaba por venir.

Capítulo 2: El desafío en el pantano

Más tarde esa tarde, los niños se reunieron con Shere Khan y otros depredadores en el pantano de la selva. Había un gran problema: la sequía había secado el pantano, y muchos animales estaban sufriendo. Los depredadores no podían cazar porque no había presas, y los herbívoros estaban muriendo de hambre.

Shere Khan se acercó a los niños con una propuesta.

"Necesito que vayan al otro lado del pantano para buscar agua. Hay una fuente natural allí, pero es peligroso porque hay un cocodrilo que vive allí, y no le gusta que nadie se acerque".
Lucía y Rodrigo asintieron con valentía, pero Papá Oscar y Mamá Mily estaban preocupados por la seguridad de los niños. Bibi y Tata se ofrecieron a acompañarlos, lo que esperaba un poco a los padres.
Finalmente, los niños, acompañados de Bibi y Tata, se prepararon para cruzar el pantano. Avanzaron con cuidado, saltando de piedra en piedra, tratando de no hundirse en el barro.
Fue entonces cuando escucharon el ruido. El cocodrilo estaba acercándose a ellos. Tata agarró a los niños y los levantó en el aire, mientras Bibi peleaba contra el animal con su vara. Finalmente, el cocodrilo se rindió y huyó.

"¡Eso fue aterrador!", exclamó Rodrigo cuando volvieron a la costa.

Pero entonces, se dieron cuenta de que habían perdido la dirección. ¿Cómo iban a encontrar la fuente de agua ahora?
Mientras tanto, en el otro lado del pantano, Shere Khan y los depredadores habían comenzado a preocuparse. Ya había pasado demasiado tiempo.
Justo cuando estaban a punto de rendirse, aparecieron los niños, acompañados por Bibi y Tata.

"¡Lo encontramos!", gritó Lucía con emoción.

Los depredadores se lanzaron a beber agua, y los herbívoros comenzaron a comer las plantas frescas que crecían cerca de la fuente.
"Lo hicieron, son unos héroes", dijo Shere Khan, admirado por la valentía de los niños.
Nadie esperaba el giro inesperado de la presencia del cocodrilo, pero los héroes lograron superarlo y cumplir con su objetivo. Con la ayuda de los niños, Shere Khan aprendió lo importante que es trabajar en equipo y que a veces se necesitan héroes inesperados para salvar el día en la selva.
Los padres corrieron hacia sus hijos, aliviados y felices de verlos sanos y salvos. Mamá Mily abrazó fuertemente a Lucía, mientras Papá Oscar puso su brazo sobre el hombro de Rodrigo.
"Estamos tan orgullosos de ustedes", dijo Mamá Mily con una sonrisa amorosa en su rostro.
Bibi y Tata también se abrazaron a los niños, felicitándolos por su valentía. Shere Khan se acercó a ellos, agradecido.
"Gracias a ustedes, pudimos encontrar una solución para esta crisis. Nunca olvidaré lo que hicieron hoy", dijo Shere Khan con gratitud.
Los niños se sintieron abrumados por los cumplidos y las muestras de afecto. Habían aprendido mucho sobre el valor de la cooperación y la importancia de ayudar a los demás.
Más tarde esa noche, los padres llevaron a los niños a casa, y todos compartieron una cena especial en honor a los héroes de la selva. Había risas, conversaciones animadas y mucha comida deliciosa.
Antes de irse a dormir, Lucía y Rodrigo se acurrucaron en sus camas, felices y satisfechos por haber ayudado a sus amigos de la selva.

"¿Crees que volveremos a ver a Shere Khan?", preguntó Rodrigo somnoliento.

"¡Espero que sí!", respondió Lucía con una sonrisa.

Y así, los héroes de la selva se durmieron, sabiendo que habían hecho una gran diferencia en las vidas de muchos animales.

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