Historia para Thomas

Título: Thomas, el gato superhéroe

Capítulo 1: La llegada del monstruo

Thomas, el gato superhéroe, estaba tomando su siesta de la tarde cuando de repente escuchó un fuerte rugido proveniente de la ciudad. Se levantó de un salto y se asomó por la ventana, viendo una enorme sombra acercándose a la ciudad. El corazón de Thomas latía muy fuerte en su pecho, sabía que algo malo estaba sucediendo.
Sin perder ni un segundo, Thomas se puso su disfraz de superhéroe, que consistía en un traje de látex ajustado y una capa roja. Corrió hacia la ciudad, saltando de techo en techo y esquivando los obstáculos que se presentaban en su camino.
Cuando llegó al centro de la ciudad, se encontró con un enorme monstruo que estaba destruyendo todo a su paso. El monstruo tenía la piel escamosa, garras afiladas y unos enormes ojos rojos que parecían mirar directamente al alma.
- ¡Alto ahí, monstruo! -gritó Thomas con voz fuerte y decidida- ¡No voy a permitir que sigas destruyendo nuestra ciudad!
El monstruo gruñó y lanzó un enorme rugido que hizo temblar el suelo bajo los pies de Thomas. Pero el gato superhéroe no se dejó intimidar y se preparó para el enfrentamiento.
- No siempre puedes conseguir lo que quieres, monstruo -pensó Thomas, recordando la moral que su mamá siempre le enseñaba.
Con valentía y determinación, Thomas saltó hacia el monstruo, listo para luchar por su ciudad y proteger a los demás animales que vivían allí. El destino de la ciudad estaba en manos del pequeño gato superhéroe.

Capítulo 2: El giro inesperado

Thomas saltó hacia el monstruo con todas sus fuerzas, pero rápidamente se dio cuenta de que no iba a ser fácil. El monstruo lo agarró con una de sus enormes garras y lo lanzó a través del aire, estrellándolo contra la pared de un edificio cercano.
El gato superhéroe estaba adolorido y confundido, pero sabía que no podía dejar que eso lo detuviera. Se levantó lentamente y, con un profundo suspiro, se preparó para volver a la lucha.
Sin embargo, algo sorprendente sucedió. El monstruo se detuvo en seco y comenzó a temblar. De repente, comenzó a encogerse y, en cuestión de segundos, se había convertido en un pequeño animal inofensivo.

- ¡Wow! -exclamó Thomas, sorprendido- ¡No esperaba eso!

Se acercó al pequeño animal y lo tomó en sus brazos. Era una criatura extraña y peluda que nunca había visto antes. Entonces, Thomas se dio cuenta de que la criatura tenía miedo y estaba temblando.

- ¿Por qué estabas destruyendo la ciudad? -preguntó Thomas, con curiosidad.

La criatura temblaba aún más, pero finalmente se calmó lo suficiente como para hablar.
- Lo siento -balbuceó con una voz temblorosa- Estaba asustado y perdido. No sabía dónde estaba mi hogar y no quería lastimar a nadie.
Thomas sintió un nudo en la garganta. Se dio cuenta de que esa criatura era como él, solo quería proteger a su hogar y a sus seres queridos.
- No te preocupes, pequeño -dijo Thomas, con una sonrisa amable- Te ayudaré a encontrar tu camino a casa.
Thomas se dio cuenta de que, a veces, las cosas no son lo que parecen. Ese pequeño animal extraño no era un monstruo malvado, solo estaba asustado y perdido. Y él, Thomas, pudo ayudarlo a encontrar su camino a casa.
Thomas tomó al pequeño animal en sus brazos y comenzó a buscar su hogar. Después de caminar por un rato, finalmente encontraron lo que parecía ser una gran guarida subterránea.

- Creo que este es tu hogar -dijo Thomas, con una sonrisa.

La criatura tembló de emoción y corrió hacia la guarida. Una vez dentro, Thomas pudo ver que había muchos más animales como ese. Algunos eran grandes y peludos, mientras que otros eran pequeños y suaves. Todos parecían felices y a salvo en su hogar.
Thomas se sintió alegre y satisfecho. Había ayudado a esa criatura a encontrar su camino a casa, y había aprendido una valiosa lección en el proceso.
Cuando regresó a casa, Thomas estaba cansado pero feliz. Había luchado contra un "monstruo" y había descubierto que no siempre obtienes lo que quieres, pero a veces obtienes lo que necesitas: la oportunidad de ayudar a otros y hacer una diferencia en el mundo.
Thomas se relajó en su cama y cerró los ojos, sabiendo que había hecho lo que era correcto. Ahora, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que el día siguiente pudiera traer.

Sé el
protagonista
de tu
propia historia

Vertical Line
Download on the App StoreGet it on Google Play