Historia para Ian

Había una vez un niño llamado Ian que vivía en el campo con sus padres. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, encontró a una rana que saltaba en un estanque. La rana era un poco más grande de lo normal y Ian se sintió intrigado por ella.

"Estoy bien, gracias. Soy el príncipe rana", respondió la rana en sorprendente voz humana.

Ian estaba estupefacto y no podía creer lo que acababa de escuchar. Pero antes de que pudiera decir algo, el príncipe rana continuó hablando.

"He estado buscando algo muy importante, algo que creí que había perdido para siempre. Es una flauta mágica que una vez perteneció a mi abuelo. ¿Podrías ayudarme a encontrarla, por favor?"

Ian sintió que debía ayudar al príncipe rana y así comenzó su aventura. Juntos, exploraron bosques y lagos, buscando la flauta mágica. Durante su búsqueda, encontraron muchos obstáculos y al final casi se dieron por vencidos. Pero justo cuando estaban a punto de renunciar, Ian vio algo brillando bajo el agua del lago.

El príncipe rana saltó hacia el agua y encontró lo que tanto había estado buscando: la flauta mágica de su abuelo.

Empuñando la flauta mágica, el príncipe rana comenzó a tocar una hermosa melodía que llenó el aire de la más dulce de las melodías. Y mientras tocaba, los animales del bosque comenzaron a congregarse a su alrededor, escuchando atentamente la música mágica del príncipe rana. Todos se sintieron felices y contentos.

Ian sintió una gran alegría al ver la felicidad en los ojos de los animales. Él sabía que había hecho algo importante ayudando al príncipe rana a encontrar la flauta mágica. Se sintió afortunado de haber hecho un nuevo amigo y se preguntó qué otras aventuras mágicas le esperarían en el futuro.

Después de la maravillosa melodía que el príncipe rana tocara con su flauta mágica, Ian y su nuevo amigo continuaron su camino de vuelta a casa. Mientras caminaban, una extraña nube oscura se posó sobre el bosque.

La nube de hechizo comenzó a deslizarse y a moverse hacia ellos. De repente, un grupo de envidiosas moscas se posó en la frente del príncipe rana y comenzaron a canturrear.

"Estas moscas son envidiosas y están tratando de robar mi flauta mágica", explicó el príncipe rana con una expresión de dolor en su rostro.

Ian tenía que hacer algo rápido antes de que todo se fuera a la ruina. Entonces recordó que su abuela le había hablado de un antiguo hechizo que podría ayudarles.

"Recuerdo que mi abuela me habló de un hechizo que se puede usar contra los seres envidiosos. Solo necesitamos una flor de espino y cantar una canción especial", dijo Ian con emoción.

Ian y el príncipe rana se apresuraron a buscar la flor de espino y, cuando la encontraron, comenzaron a cantar la canción especial. La canción era tan dulce como la melodía que tocara el príncipe rana con su flauta y con ella lograron alejar a las envidiosas moscas.

La nube de hechizo desapareció en el aire y los animales del bosque comenzaron a celebrar. Las mariposas comenzaron a revolotear alrededor de Ian y del príncipe rana, mientras los pájaros cantaban alegres melodías.

"Sí, y todo gracias a ti, mi amigo. Eres un verdadero héroe", respondió el príncipe rana con una gran sonrisa en su rostro.

La aventura había sido peligrosa, pero Ian y el príncipe rana habían trabajado juntos para superar el hechizo de la envidia. Ahora, con la flauta mágica en su poder, el príncipe rana podía volver a su hogar con su familia y tocar música mágica para llenar el aire de amor y alegría. La amistad entre Ian y el príncipe rana había sido sellada por siempre.

Ian y el príncipe rana se despidieron con un abrazo y una sonrisa. "No te olvides de tocar música mágica", dijo Ian con una sonrisa en su rostro.

"No lo haré", respondió el príncipe rana con una sonrisa. "Y nunca olvidaré la aventura que tuvimos juntos".

El príncipe rana se alejó saltando con su flauta mágica en su mano. Ian se quedó allí, mirando al príncipe rana desaparecer en la distancia. Estaba agradecido por haber hecho un nuevo amigo y por haber ayudado a salvar el bosque de la maldición de la envidia.

Ian regresó a casa con una gran sonrisa en su rostro. Cuando llegó, encontró a su abuela esperándolo en la puerta.

"Fue una gran aventura", dijo Ian emocionado. "Conocí a un príncipe rana y juntos salvamos el bosque de una nube mágica de envidia".

Su abuela lo miró con asombro. "¡Qué aventura tan maravillosa! Parece que has aprendido mucho sobre la magia del bosque".

Ian asintió y se sintió feliz de haber tenido una aventura mágica que nunca olvidaría. Luego, su abuela lo llevó adentro para tomar un tazón de sopa caliente mientras Ian le contaba todos los detalles de su aventura en el bosque.

La noche se acercaba y el cielo comenzaba a llenarse de estrellas. Ian se acostó en su cama, recordando su aventura en el bosque y la amistad que había hecho con el príncipe rana. Comenzó a sentirse somnoliento mientras el sonido de la flauta mágica del príncipe rana se desvanecía en sus sueños.

Y así, con el corazón lleno de alegría y asombro, Ian se quedó dormido, sabiendo que siempre tendría un amigo en el bosque mágico. Fin.