Historia para Santi
Título: La aventura en el tiempo de Santi

Capítulo 1: El encuentro con Albert Einstein
Una tarde en el Parque infantil, Santi estaba jugando con sus amigos cuando vieron a un hombre con un cabello desordenado y un bigote peculiar. El hombre se presentó como Albert Einstein, un científico muy inteligente que inventaba cosas increíbles.
Santi y sus amigos se acercaron a Albert con curiosidad y él les mostró su última invención: una máquina del tiempo. "Con esto podemos viajar a través del tiempo, a cualquier lugar y época que queramos", explicó Albert con una sonrisa.
Santi y sus amigos se emocionaron mucho ante la idea de viajar en el tiempo y le preguntaron a Albert si podían probar la máquina. Albert asintió con la cabeza y los llevó a través de una puerta secreta donde encontraron la máquina del tiempo.
"¿Dónde quieres ir, Santi?" preguntó Albert. Santi pensó por un momento y dijo: "Quiero ir al pasado, quiero ver dinosaurios". Albert sonrió y le enseñó cómo usar la máquina del tiempo.
Así, Santi y sus amigos se embarcaron en una aventura en el tiempo con Albert Einstein, esperando lo que el futuro les tenía preparado.

Capítulo 2: El desafío en el pasado
Santi y sus amigos se encontraban en plena época de los dinosaurios, se maravillaban al ver los animales gigantes, pero de repente, un tremendo terremoto sacudió la zona. Los niños se asustaron y se aferraron a la máquina del tiempo, pero ésta comenzó a moverse de forma extraña.
De repente, se encontraron en una época diferente, en un lugar extraño y desconocido. La máquina del tiempo se había averiado y perdieron todas las referencias de tiempo y espacio. Los niños estaban asustados y solos en un lugar desconocido.
Fue entonces cuando Albert Einstein les tranquilizó, "No hay nada que temer, niños, estoy aquí con vosotros y no vamos a rendirnos. Debemos encontrar la manera de reparar la máquina y volver a casa".
Santi y sus amigos se sobrepusieron a su miedo y comenzaron a investigar el lugar, buscando las piezas que faltaban para reparar la máquina. Finalmente, encontraron las piezas necesarias, gracias a su trabajo en equipo y la ayuda de Albert Einstein.
Repararon la máquina del tiempo y se subieron a ella, pero antes de partir, Santi se giró hacia Albert y le preguntó: "¿Cómo supiste que iba a funcionar esto, Albert?". Albert respondió con una sonrisa: "Lo que importa es que nunca dejemos de creer en lo que podemos hacer".
Los niños se subieron en la máquina del tiempo y regresaron a su época, felices de haber aprendido una valiosa lección sobre la perseverancia y el trabajo en equipo.
Al llegar al parque infantil, Santi y sus amigos se abrazaron aliviados. Agradecieron a Albert Einstein por haberles llevado a una aventura increíble. "Fue una experiencia inolvidable, Albert. ¡Gracias por enseñarnos tanto!", exclamó Santi.
Albert se sintió orgulloso al ver a los niños aprender tanto en una sola tarde. "¡Ustedes son los verdaderos héroes! Se enfrentaron al desafío y lograron superarlo juntos".
Los niños se despidieron de Albert Einstein y se fueron corriendo a contarles a sus padres sobre su increíble aventura. Nunca olvidarían la lección que aprendieron ese día, sobre todo Santi, quien se sintió un héroe por haber ayudado a reparar la máquina del tiempo.
A partir de ese día, Santi y sus amigos se convirtieron en un equipo más fuerte y unido. Siempre recordarían que, con perseverancia y trabajo en equipo, podrían superar cualquier desafío que se les presentara en la vida.