Historia para Andrea, Angel, Danna, Valeria, Gabriel, Gabriel

Título: La Locura y Diversión del Gato de Cheshire

Capítulo 1: El Gato de Cheshire

Andrea, Angel, Danna, Valeria, Gabriel y Gabriel habían oído hablar mucho sobre el Gato de Cheshire. Decían que era el gato más extraño y misterioso de todo el mundo de Alicia en el País de las Maravillas. Los niños habían vivido muchas aventuras en Wonderland antes, pero nunca habían tenido la oportunidad de conocer al famoso gato.
Un día, mientras exploraban el bosque encantado, los niños se encontraron con el Gato de Cheshire en su camino. El gato tenía una gran sonrisa en su rostro, como siempre, y parecía muy contento de ver a los niños.
"¡Hola a todos, pequeños amigos!" dijo el Gato de Cheshire. "¿Qué les parece si nos divertimos un poco juntos hoy?"
Los niños estaban emocionados de pasar tiempo con el Gato de Cheshire, así que aceptaron su oferta. Pronto, se encontraron en una parte inexplorada de Wonderland, donde el Gato de Cheshire tenía algo que mostrarles.
Los niños no podían creer lo que veían. El Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco habían construido una gran área de juegos para los habitantes más jóvenes de Wonderland. Había columpios, toboganes, castillos inflables y más.
"¡Esto es increíble!" exclamó Danna. "Nunca había visto algo así en Wonderland."
El Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco explicaron que habían estado trabajando durante meses para crear un lugar donde los niños pudieran jugar y divertirse de una manera loca y extravagante.
"Queremos que todos los niños de Wonderland tengan un lugar donde puedan ser libres y disfrutar sin preocupaciones", dijo el Sombrerero Loco.
Los niños estaban emocionados de probar todos los juegos y se divirtieron mucho. El Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco también participaron en las actividades y se rieron mucho con los niños.
Al final del día, los niños estaban agotados pero felices. Se despidieron del Gato de Cheshire y del Sombrerero Loco, prometiendo volver pronto para jugar de nuevo.
"Esperamos que hayan disfrutado de la aventura de hoy, pequeños amigos", dijo el Gato de Cheshire con su típica sonrisa. "¡Hasta la próxima!"
Los niños volvieron a casa felices, ya sabían que habían encontrado un nuevo lugar de diversión en Wonderland.
Después de que el gato de Cheshire y el Sombrerero loco crearon el parque de diversiones más loco y divertido de todo el País de las Maravillas, Andrea, Angel, Danna, Valeria, Gabriel y Gabriel estaban ansiosos por explorar cada rincón del lugar.
Mientras recorrían el parque, se toparon con un juego que les llamó la atención. Era un carrusel mágico, que prometía llevarlos a un mundo de fantasía y diversión nunca antes visto. Los niños, emocionados, querían subir al carrusel de inmediato.
Pero cuando estaban a punto de subir, el gato de Cheshire apareció ante ellos y les advirtió que debían tener mucho cuidado. "Este carrusel es un poco especial", les dijo. "Puede llevarte a lugares que nunca imaginaste, y no todos son tan divertidos como este parque de atracciones".
Los niños no estaban seguros de qué hacer, pero decidieron arriesgarse. Subieron al carrusel y se aferraron a las barandillas mientras daba vueltas y vueltas. Todo parecía normal hasta que, de repente, se detuvo en seco y los niños se encontraron en una habitación oscura y polvorienta.
Estaban rodeados de telarañas y cajas de cartón. "¿Dónde estamos?", preguntó Danna, asustada. Entonces, un ruido extraño los hizo saltar de miedo. Era el sonido de un reloj que marcaba el tiempo, pero que sonaba como si viniera de todas partes.
Entonces, una figura alta y delgada emergió de la penumbra. Era un personaje extraño, con una gran nariz y una sonrisa inquietante. Era el Conejo Blanco, y les dijo que habían sido transportados a su guarida secreta.
Los niños se miraron unos a otros, confundidos. ¿Cómo regresarían al parque de diversiones? El Conejo Blanco les dio una tarea difícil: tenían que encontrar un objeto muy valioso que había sido robado de su guarida. Si lo encontraban, él los llevaría de vuelta a casa.
Los niños aceptaron el desafío, pero pronto descubrieron que el objeto no sería fácil de encontrar. Al buscar en la guarida, descubrieron pistas y acertijos que les llevaron a través de túneles oscuros y escaleras estrechas.
Finalmente, luego de una larga búsqueda, encontraron el objeto que el Conejo Blanco había pedido. Pero cuando lo llevaron de regreso a la guarida, descubrieron que el Conejo Blanco había desaparecido.
Entonces escucharon la risa malvada del Gato de Cheshire. Los niños se dieron cuenta de que habían sido engañados. El carrusel había sido un plan elaborado por el Gato y el Conejo para atraparlos en la guarida del Conejo y robarles su bien más valioso: su amistad y su sentido de aventura.
Pero los niños no iban a dejar que los villanos ganaran. Trabajando juntos, descubrieron una palabra mágica que desbloqueó una puerta secreta y los llevó de regreso al parque de atracciones. Allí, se reunieron con el Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco, quienes se disculparon por su travesura.
Los niños perdonaron a los villanos y prometieron seguir explorando el maravilloso parque de atracciones juntos, sintiendo que su amistad se había fortalecido después de superar un gran desafío juntos.
Después de su aventura, Andrea, Angel, Danna, Valeria, Gabriel y Gabriel regresaron a sus hogares con la mente llena de recuerdos felices y divertidos del parque de atracciones en el País de las Maravillas.
Pero no se olvidaron del Gato de Cheshire y del Conejo Blanco. A menudo se preguntaban qué estaban haciendo y si estaban tramando nuevas travesuras.
Un día, mientras paseaban por el parque local, se toparon con una figura familiar. Era el Gato de Cheshire, quien los saludó amablemente.
"Quería agradecerles por haberme perdonado después de lo que hice", dijo el Gato. "Realmente valoro su amistad y espero que podamos seguir siendo amigos".
Los niños se miraron unos a otros y sonrieron. "Claro que sí", dijeron al unísono. "Eres uno de nuestros amigos más divertidos y locos".
Y así, la amistad entre los niños y el Gato de Cheshire continuó. Juntos, recorrieron nuevos mundos de aventuras y diversión, disfrutando de cada momento juntos. Y aunque nunca sabían qué tipo de travesura podría estar preparando el Gato, sabían que siempre se divertirían mucho y que su amistad nunca se rompería. El final feliz que habían esperado se había hecho realidad gracias a su valentía y trabajo en equipo.

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