Historia para Nelson & Thiago

Una tarde soleada en Campo, Nelson y Thiago jugaban juntos en el jardín de su casa. De repente, un hombre muy extraño apareció ante ellos. Tenía un cabello desordenado y unos ojos brillantes detrás de sus gafas. Parecía muy amable, pero algo diferente a las personas que ellos conocían.

"¡Hola chicos! Soy Albert Einstein, un inventor genial. ¿Les gustaría ser parte de una aventura emocionante?", dijo con una sonrisa.

Nelson y Thiago no sabían quién era Albert Einstein, pero se emocionaron al escuchar la palabra "aventura". El hombre les mostró un dispositivo muy extraño y les dijo que podía transportarlos en el tiempo.

Los dos niños se miraron el uno al otro y asintieron con entusiasmo. Nelson tomó la mano de Thiago y juntos tocaron el dispositivo. De repente, sintieron que su cuerpo se movía rápidamente y todo a su alrededor se volvió borroso. Cuando finalmente se detuvieron, se encontraron en un lugar que nunca antes habían visto.

"Estamos en el espacio profundo", dijo Einstein con una sonrisa. "¡Bienvenidos a la aventura en el tiempo con Albert Einstein!".

Los niños se quedaron asombrados ante la visión del espacio. No podían creer que estaban flotando en el vacío, rodeados de estrellas y planetas. Thiago miró a Nelson y le dijo: "¡Esto es lo más emocionante que he visto en mi vida!".

Einstein explicó a los niños su teoría de la relatividad y cómo su dispositivo podía transportarlos a cualquier punto del tiempo y espacio. Les habló sobre la velocidad de la luz y cómo el tiempo se desaceleraba a medida que se acercaban a esta velocidad.

Los niños escucharon atentamente cada palabra de Einstein, maravillados por la complejidad del universo. La aventura acababa de comenzar y ellos estaban muy emocionados por lo que vendría después.

"¡Mucho más! Vamos a visitar otras galaxias y ver cómo se mueven las estrellas", respondió Einstein.

Con eso, los niños se aferraron al dispositivo de Einstein y se prepararon para su próxima aventura. Sabían que esta experiencia cambiaría sus vidas para siempre.

Albert Einstein llevó a los niños al espacio-tiempo para mostrarles su teoría de la relatividad. Nelson y Thiago se maravillaron al ver las estrellas y los planetas moverse a su alrededor, y comprendieron cómo el tiempo y el espacio estaban relacionados. Pero de repente, algo salió mal en la máquina del tiempo de Einstein. Los niños se encontraron atrapados en el espacio-tiempo, incapaces de volver a casa.

Nelson Numan, el padre de Nelson, y Milena, la madre de Thiago, se preocuparon cuando sus hijos no regresaron a casa en el tiempo esperado. Contactaron a la abuela de Nelson, Sara, y al abuelo de Thiago, Romulo, para que les ayudaran a buscar a los niños desaparecidos.

Mientras tanto, en el espacio-tiempo, Nelson y Thiago se encontraron en un lugar desconocido, rodeados de extrañas formas y colores. Estaban asustados y no sabían cómo encontrar una salida. Pero entonces, Einstein apareció de repente y les dijo que había una solución. Debían encontrar una pequeña grieta en el espacio-tiempo que los llevaría de regreso a su hogar en Campo. Pero la grieta solo se abriría durante unos pocos minutos, y debían encontrarla antes de que fuera demasiado tarde.

Los niños comenzaron a buscar frenéticamente en la extraña y peligrosa zona en la que se encontraban, sin darse cuenta de que estaban siendo seguidos por una extraña criatura que se había infiltrado en el espacio-tiempo. La criatura, que se parecía a una mezcla entre un cangrejo y una araña, estaba hambrienta y buscaba algo que comer. Nelson y Thiago estaban en peligro, y no sabían cómo escapar de la criatura.

Justo cuando parecía que la criatura atraparía a los niños, Einstein apareció de nuevo y los salvó. Pero entonces, ocurrió un giro inesperado. Einstein les dijo que la grieta en el espacio-tiempo ya no estaba allí. Algo había pasado, y ahora debían encontrar una nueva manera de volver a casa. Los niños estaban asustados y no sabían qué hacer. ¿Podrían encontrar una nueva manera de regresar a su hogar?

Einstein vio la desesperación en los ojos de los niños y les dijo con una sonrisa reconfortante: "No se preocupen, hay otra manera". Los niños se sintieron aliviados al escuchar esto. "Todavía hay algunos lugares en el espacio-tiempo donde la teoría de la relatividad es fuerte", continuó Einstein. "Vamos a buscar uno, y allí podremos abrir un portal a su hogar en Campo".

Los niños se animaron y comenzaron a buscar junto con Einstein. Vieron galaxias enteras, nebulosas y estrellas gigantes en su camino. Fue una aventura emocionante. Por fin, después de mucho caminar, encontraron un lugar donde la teoría de la relatividad era fuerte. Einstein los guió cuidadosamente y abrió un portal para que regresaran a Campo.

Cuando Nelson y Thiago regresaron a casa, estaban contentos de ver a sus padres y abuelos esperándolos. Contaron todas sus aventuras y cómo habían aprendido mucho sobre el espacio y el tiempo. Nelson Numan y Milena abrazaron a sus hijos, aliviados de tenerlos de vuelta en casa. Se dieron cuenta de lo valiente que habían sido sus hijos en una situación tan peligrosa.

A partir de ese día, Nelson y Thiago se interesaron más en la astronomía y la ciencia, y advirtieron a sus amigos sobre los peligros del espacio-tiempo. Incluso construyeron un pequeño modelo de la máquina del tiempo de Einstein para mostrar a sus amigos cómo la teoría de la relatividad puede cambiar la forma en que vemos el universo. Y cada vez que hablaban del espacio-tiempo, recordaban con cariño la aventura que habían vivido gracias a Albert Einstein.