Historia para Miguel

Miguel se despertó emocionado por el primer día de clases en su nuevo colegio. Se levantó de la cama rápido, se vistió y bajó a desayunar. Allí estaba su madre preparando el almuerzo y su padre leyendo el periódico. "Buenos días, papá. ¿Cuál es la noticia de hoy?" preguntó Miguel.

"Albert Einstein viene hoy al colegio para enseñar sobre sus inventos" dijo el padre de Miguel con una sonrisa en el rostro.

"No, hijo. Él inventó cosas aún más increíbles, como la teoría de la relatividad y la explicación de cómo funciona la luz" explicó el padre.

Miguel estaba emocionado por conocer a Albert Einstein y escuchar todo acerca de sus inventos. Llegaron al colegio y Miguel y su padre se despidieron. Miguel entró a su salón de clase y se sentó en su pupitre. Los demás niños llegaron y cuando sonó la campana, entró el profesor y detrás de él, el mismísimo Albert Einstein.

Miguel no podía creer lo que veía. Albert Einstein era alto, con un cabello desordenado y un bigote reluciente. Miguel estaba emocionado por escuchar al genio. Albert Einstein comenzó a hablar sobre la teoría de la relatividad y cómo funcionan las cosas en el universo. Los niños escuchaban atentamente y hacían preguntas.

Miguel tenía una duda. "Pero, ¿cómo hace la luz para viajar tan rápido?" preguntó.

"¡Esa es una pregunta muy interesante, joven Miguel! La luz viaja a una velocidad increíble gracias a la energía que tiene y eso es lo que la hace única" respondió Albert Einstein, sonriendo.

Miguel estaba feliz de haber hecho una pregunta inteligente y que Albert Einstein lo notara. Así comenzó la aventura curiosa de Miguel y Albert Einstein. Miguel estaba emocionado de aprender más sobre la ciencia y los inventos.

Miguel se despertó emocionado para otro día de clases con Albert Einstein. Pero cuando llegó al colegio, notó que el genio no estaba en su salón de clase. Miguel y sus compañeros se preguntaban dónde podría estar.

Miguel decidió preguntarle al profesor. "¿Por qué Albert Einstein no está en clase hoy, profesor?" preguntó.

"Lo siento, Miguel. No tengo idea. Solo sé que la última vez que lo vieron fue en el laboratorio de física ayer por la tarde" respondió el profesor.

Miguel decidió buscar a Albert Einstein por su cuenta. Preguntó en el laboratorio de física y nadie lo había visto. Empezó a preguntar a otros estudiantes y profesores, pero nadie sabía dónde estaba el genio.

Justo cuando comenzaba a desesperarse, Miguel escuchó un ruido extraño proveniente del sótano. Se acercó y abrió la puerta lentamente. ¡Albert Einstein estaba allí abajo, rodeado de experimentos y herramientas de física!

"Miguel, ¡qué bueno encontrarte! Estoy tratando de crear un experimento para demostrar cómo un objeto puede viajar a través del espacio-tiempo" dijo Albert Einstein.

Miguel estaba emocionado de ayudar a Albert Einstein en su experimento, así que se puso manos a la obra. Pasaron horas trabajando juntos y finalmente lograron crear una máquina para viajar a través del espacio-tiempo.

Pero, cuando decidieron probar la máquina, ocurrió algo inesperado. En lugar de transportarse a otro lugar en el tiempo, desaparecieron por completo. ¿Dónde estarán Miguel y Albert Einstein?

Después de unos minutos que parecieron una eternidad, Miguel y Albert Einstein aparecieron en el laboratorio de física. Estaban asustados pero emocionados por lo que habían logrado.

"Lo logramos, Miguel. ¡Creamos una máquina del tiempo!" dijo Albert Einstein con una sonrisa en su rostro.

Miguel estaba sorprendido y emocionado por lo que acababa de suceder. Miró alrededor y se dio cuenta de que no estaban solos. Su padre, Chema, y su madre, Carmen, estaban allí con ellos, mirándolos con asombro.

Albert Einstein explicó cómo funcionaba la máquina y cómo habían logrado crearla juntos. Todos estaban impresionados por el ingenio y la creatividad de Miguel y Albert Einstein.

Mientras seguían hablando, Miguel se dio cuenta de algo. Había encontrado algo que le gustaba tanto, que lo hacía sentir emocionado y feliz. Había encontrado su verdadera pasión: la ciencia.

Desde ese día en adelante, Miguel dedicó su tiempo a aprender más sobre la ciencia y la física. Albert Einstein se convirtió en su mentor y juntos crearon muchos experimentos emocionantes.

Años más tarde, cuando Miguel se graduó del colegio con honores, Albert Einstein estaba allí para felicitarlo. Era un momento emocionante para ambos.

Miguel siempre recordaría su aventura con el genio de la física. Y sabía que lo que había encontrado con Albert Einstein, iba a ser algo que lo acompañaría por el resto de su vida.