Historia para Fran

Título: Fran, la dragona torpe

Capítulo 1: El sueño de volar

Fran, la dragona torpe, siempre había soñado con volar como el viento. Miraba con envidia a sus amigos los pájaros mientras ellos volaban libres en el cielo. Pero ella nunca había conseguido volar más allá de unos pocos metros, y siempre aterrizaba con un estruendo en el suelo.
"¡Inténtalo de nuevo, Fran!", animó su padre, Ale, mientras ella se levantaba del suelo con torpeza.
Su madre, Karen, le sonrió con ternura. "No te preocupes, cariño, algún día lo lograrás".
Fran suspiró, sabiendo que eso era poco probable. Sus hermanos, Enzo y Auro, ya habían aprendido a volar hace mucho tiempo. Pero ella seguía siendo una dragona torpe y patosa, incapaz de controlar sus alas.
Un día, mientras Fran estaba tratando de volar sin éxito, apareció un sabio maestro. Era un anciano dragón de aspecto amable, quien se acercó a ella y le preguntó por qué estaba tan triste.
"Quiero volar como tú y como los pájaros, pero soy demasiado torpe", le confesó Fran.
El sabio maestro la miró con compasión. "No te preocupes, Fran. Todo el mundo tiene una habilidad especial, solo tienes que encontrar la tuya".

"¿Mi habilidad especial?", repitió Fran, confundida.

"Sí, algo que haces mejor que nadie más", explicó el maestro. "Puede que no sea volar, pero seguro que hay algo que se te da muy bien".
Fran se quedó pensando en las palabras del sabio maestro. ¿Qué podría hacer ella mejor que nadie más? No podía pensar en nada.
"Voy a ayudarte a encontrar tu habilidad especial, Fran", prometió el maestro. "Pero antes, tienes que aprender a respetar a los demás. Solo así podrás encontrar tu verdadero potencial".
Fran asintió, sin estar muy segura de lo que eso significaba. Pero estaba dispuesta a intentarlo. ¿Quién sabe? Tal vez aprendiendo a respetar a los demás podría finalmente cumplir su sueño de volar.

FIN del primer capítulo.

Capítulo 2: Una lección de respeto

El sabio maestro llevó a Fran a través de las montañas hasta llegar a un hermoso valle. Allí vivían muchas criaturas diferentes, cada una con su propia habilidad única.
"Este es el lugar donde aprenderás a respetar a los demás", explicó el maestro. "Cada criatura aquí es especial a su manera, y debes aprender a apreciar eso".
Fran se asombró al ver tantas criaturas diferentes. Había osos bailarines, búhos sabios, zorros ingeniosos y muchos más. Pero lo que más llamó su atención fue un grupo de lobos.
"¡Mira, lobos!", exclamó Fran, emocionada. A ella le encantaban los lobos, pero nunca había visto uno en la vida real.
Los lobos se acercaron curiosos para ver la nueva visitante. Pero Fran, como era torpe, tropezó y aterrizó sobre un arbusto.

"¡Lo siento mucho!", exclamó Fran, avergonzada.

Los lobos gruñeron en señal de descontento y comenzaron a alejarse.

"Espera, por favor", suplicó Fran. "No quería hacer daño, estoy aprendiendo a respetar a los demás".
Los lobos se detuvieron y la miraron con escepticismo. Entonces, el maestro intervino.
"Fran está aquí para aprender a respetar a los demás, y eso incluye a todos ustedes, queridos lobos", explicó el maestro.
Los lobos asintieron y Fran comenzó a relacionarse con ellos. Descubrió que los lobos eran animales muy inteligentes y sociales, y que la naturaleza siempre tiene algo que enseñar.
Una tarde, mientras paseaba con los lobos, Fran vio a lo lejos un gran árbol. Se acercó a él y descubrió que había un nido de pájaros en su rama más alta.

"¡Mira, pájaros!", dijo Fran con entusiasmo.

Los lobos gruñeron en señal de advertencia.

"No deberías molestar a los pájaros, Fran", dijo el líder de la manada. "Ellos tienen un hogar aquí, y debemos respetar eso".
Fran entendió lo que el lobo quería decir. A veces, respetar a los demás significa darles su propia libertad y espacio.

"Gracias por enseñarme eso", dijo Fran, sonriéndole al líder de la manada.

De repente, Fran se sorprendió al ver cómo un halcón gigante se acercó en picado hacia el nido de los pájaros. Ella se asustó y no supo qué hacer.
Pero entonces, los lobos se pusieron en acción. Trabajaron juntos para asustar al halcón y proteger el nido de los pájaros.
Fran estaba sorprendida por la habilidad y la coordinación de los lobos. Se dio cuenta de que cada animal tenía su propio papel en el mundo, y que todos eran importantes.
"Gracias por salvar a los pájaros", agradeció Fran. "Y gracias por enseñarme tanto sobre el respeto".
"Siempre estamos dispuestos a ayudar", respondió el líder de la manada. "Juntos, podemos hacer cualquier cosa".
Fran se sintió agradecida y feliz de haber aprendido una lección tan valiosa. Sabía que aún tenía mucho que aprender, pero estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera a su camino.
De repente, mientras Fran estaba caminando de vuelta con el maestro, escucharon un fuerte rugido.
"¡Debemos investigar!", exclamó el maestro, y juntos corrieron hacia el origen del sonido.
Cuando llegaron, descubrieron una enorme roca bloqueando el camino, y un grupo de animales tratando de moverla.
"¡Debemos ayudarlos!", dijo el maestro. "Es hora de que muestres tu habilidad especial, Fran".
Fran se detuvo por un momento, intentando recordar lo que el maestro le había dicho. Luego, se acercó a la roca y trató de levantarla. Pero no tuvo éxito.
Entonces, se dio cuenta de lo que debía hacer. Les dio a los animales ánimo y les hizo saber que juntos podían superar cualquier desafío. Y con su ayuda, finalmente lograron mover la roca.

"¡Lo hicimos!", exclamó Fran, emocionada. "¡Juntos somos fuertes!".

El maestro asintió, sonriéndole a Fran con orgullo. "Esa es tu habilidad especial, Fran. La habilidad de inspirar a otros y unirlos para lograr cosas increíbles".
Fran se sintió feliz y emocionada. Todavía no podía volar como los pájaros, pero había encontrado su habilidad especial. Y eso era algo maravilloso.

FIN del capítulo 2.

Después de una emocionante aventura en el valle, Fran y el sabio maestro regresaron a la aldea de los dragones. Allí, la familia de Fran los recibió con los brazos abiertos.
"¡Fran, que alegría verte de nuevo!", exclamó su madre, Karen. "¿Cómo te fue en tu viaje de aprendizaje?"
"¡Fue increíble!", respondió Fran emocionada. "Aprendí mucho sobre el respeto y cómo todos somos importantes en nuestro propio camino".
"¡Eso suena genial!", dijo su hermano Enzo, sonriendo. "¿Y aprendiste a volar como un dragón?"
"No todavía", admitió Fran, "Pero aprendí algo aún mejor. Aprendí cuál es mi habilidad especial".
"¡Eso es maravilloso!", dijo su padre Ale, orgulloso de su pequeña dragón. "¿Y cuál es tu habilidad especial, Fran?"
"Soy buena inspirando a otros y uniéndolos para lograr cosas increíbles", dijo Fran con confianza.
"¡Eso es magnífico!", exclamó su hermana Auro, emocionada. "Siempre supimos que eras especial".
La familia de Fran la abrazó con cariño y celebraron su vuelta con una gran cena. Fran se sentía feliz y realizada, sabía que había aprendido algo importante en su viaje de aprendizaje.

De repente, Fran se dio cuenta de que alguien faltaba en la mesa.

"¿Dónde está el maestro?", preguntó ella.

"Oh, se fue hace un rato", respondió su padre, "pero siempre se encuentra vagando cerca, nunca se va lejos."
"Deberíamos invitarlo a unirse a nosotros", dijo Fran. "Él me enseñó tanto y me ayudó a encontrar mi habilidad especial".
La familia de Fran estuvo de acuerdo y salieron en busca del sabio maestro. Lo encontraron en la colina, mirando hacia el horizonte.

"Maestro, ¿te gustaría unirte a nosotros para la cena?", preguntó Fran.

El maestro sonrió y aceptó la invitación. Se sentaron todos juntos, compartieron historias y disfrutaron de una deliciosa cena. Fran se sentía agradecida de tener a su familia y al sabio maestro junto a ella.
Después de cenar, Fran le agradeció al maestro por todo lo que le había enseñado y le prometió que siempre usaría su habilidad especial para ayudar a los demás.
"Estoy orgulloso de ti, Fran", dijo el maestro. "Eres una dragón valiente y sabia. Y siempre te recordaré como mi estudiante más brillante".
Fran se sintió emocionada y agradecida. Sabía que había encontrado su lugar en el mundo y que siempre tendría la habilidad de inspirar a otros y unirlos para lograr cosas increíbles.

FIN de la historia.

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