Érase una vez en el mágico reino de Jardín, el pequeño Josias estaba jugando con su pelota en el parque cerca de su casa. De repente, vio a un hombre mayor con cabello desordenado y un bigote espeso que lo miraba con una sonrisa amistosa.

"¡Eso suena divertido! Soy Albert Einstein y me encanta jugar y descubrir cosas nuevas. ¿Te gustaría venir a un viaje mágico conmigo?"

Albert sonrió y lo tomó de la mano. En un abrir y cerrar de ojos, Josias se encontró flotando en el espacio, rodeado de millones de estrellas brillantes.

Josias estaba maravillado por la belleza del espacio. Albert le explicó cómo funcionaban las estrellas y los planetas y cómo se mueven en el universo. Josias se sintió fascinado con cada palabra que decía.

"Espera un momento, hay algo aquí", dijo Albert, señalando una extraña nube de gas. "Es un agujero negro, algo extraordinario que nos puede enseñar mucho sobre el universo".

Josias estaba asombrado al aprender sobre el agujero negro y cómo todo lo que se acerca a él desaparece. Luego, Albert le explicó cómo utilizó sus conocimientos para descubrir la teoría de la relatividad.

Y así, Josias y Albert comenzaron su viaje mágico a través del universo, descubriendo los misterios y las leyes que rigen nuestro universo. Josias estaba emocionado de seguir aprendiendo y de tener a Albert Einstein como su guía.

Al final del viaje mágico, Albert llevó a Josias de vuelta al parque donde comenzó todo.

"¡Fue un placer, pequeño amigo! Siempre recuerda que la curiosidad y el conocimiento son las claves para descubrir cosas maravillosas", dijo Albert, despidiéndose con una sonrisa.

Josias se despidió de Albert con un apretón de manos y corrió a casa emocionado por contarle a su familia sobre su viaje mágico y todo lo que aprendió de Albert Einstein.

Josias llegó corriendo a casa con una gran sonrisa en su rostro. Estaba tan emocionado por su viaje mágico con Albert Einstein que quería contárselo a todos.

"¡Familia, familia! ¡Tienen que escuchar lo que me pasó hoy!" gritó Josias mientras corría hacia la sala de estar.

Su mamá, su papá y su hermano menor estaban sentados en el sofá viendo la televisión. Se sorprendieron al ver lo emocionado que estaba Josias.

"Tuve un viaje mágico con Albert Einstein y aprendí sobre el universo y la teoría de la relatividad. ¡Fue increíble!" exclamó Josias.

Su mamá sonrió y le preguntó cómo lo había encontrado. Josias contó la historia de cómo se encontró con Albert en el parque y cómo lo llevó a un viaje en el espacio.

"Muy bien, Josias. Eso es muy interesante", dijo su papá, volviendo a mirar la televisión.

Josias estaba un poco decepcionado. Quería compartir su experiencia con su familia y esperaba que estuvieran tan emocionados como él.

Esa noche, mientras estaba acostado en su cama, Josias seguía pensando en el viaje mágico con Albert Einstein. Se preguntó cómo podría compartir su experiencia con otros niños de su edad y hacer que se emocionen por aprender sobre el universo.

A la mañana siguiente, cuando Josias se despertó, se dio cuenta de que algo había cambiado. Había algo extraño en su habitación. Se dio cuenta de que había un libro flotando en el aire justo frente a él. En la portada estaba escrito "Aventuras en el espacio con Albert Einstein".

Josias no podía creer lo que veía. Se dio cuenta de que era un regalo de Albert para él. Lo tomó en sus manos y comenzó a leerlo. Cada página estaba llena de historias sobre el universo y las aventuras que Albert tuvo mientras exploraba el espacio. Había incluso ilustraciones de estrellas, planetas y agujeros negros.

Mientras leía el libro, Josias se dio cuenta de que este era su nuevo desafío. Quería compartir su entusiasmo por el universo con los demás niños de su edad. Quería que sintieran el mismo amor por la ciencia que él había sentido durante su viaje mágico. Con el libro de Albert, Josias se sintió listo para enfrentar su desafío.

Josias decidió organizar un "club de ciencias" para niños en su vecindario. Con el libro de Albert como su guía, Josias les enseñó a los niños sobre el universo y cómo funciona. Les habló del espacio, de las estrellas, de los planetas y de los agujeros negros. Los niños escucharon con atención y estaban emocionados por aprender.

Pero cuando llegó el momento de que Josias compartiera su experiencia con Albert, se dio cuenta de que algo había cambiado de nuevo. En la última página del libro de aventuras, Albert había dejado una nota que decía:

"Querido Josias, sé valiente y sigue explorando el mundo. Nunca dejes que los demás te digan que no puedes hacer algo. Tú tienes el poder de cambiar el mundo".

Josias se sintió sorprendido y emocionado. Sabía que esto significaba que Albert había dejado algo más para él. Mirando más de cerca, se dio cuenta de que había un pequeño agujero en la última página del libro. Josias metió la mano en el agujero y sacó algo pequeño y redondo.

Era un reloj de bolsillo antiguo. Josias lo abrió y notó que las manecillas del reloj giraban más rápido de lo normal. Sabía lo que significaba: era un reloj del tiempo.

Y así, con su nuevo reloj del tiempo, Josias se dispuso a continuar explorando el universo y enseñando a otros sobre las maravillas del espacio. Pero lo más importante, aprendió que la curiosidad y el conocimiento son las claves para descubrir cosas maravillosas, y que nunca debes tener miedo de seguir tus sueños y explorar el mundo.

Josias se sintió emocionado por su nuevo descubrimiento. Sabía que tenía un gran poder en sus manos y que podía usarlo para hacer una gran diferencia en el mundo. Así que se propuso viajar en el tiempo y encontrarse con Albert Einstein de nuevo.

Después de ajustar el reloj de bolsillo, Josias se encontró flotando en el espacio. Vio estrellas brillantes y planetas girando a su alrededor. No podía creer lo que estaba viendo.

De repente, Albert apareció frente a él. El viejo científico lo saludó con una sonrisa en su rostro.

"De nada, Josias. Eres un niño muy especial y tienes un gran corazón y una mente brillante. Creo que tienes lo que se necesita para cambiar el mundo", dijo Albert con orgullo.

Josias sonrió y se sintió emocionado. Sabía que tenía un gran desafío por delante, pero también sabía que no estaba solo. Con el conocimiento y la sabiduría de Albert, Josias estaba listo para enfrentar cualquier cosa. Decidió que iba a seguir explorando el universo y enseñando a otros sobre las maravillas del espacio.

Y así, Josias continuó su aventura en el universo, explorando nuevas fronteras y descubriendo cosas maravillosas. Y mientras viajaba por el espacio, sabía que siempre tendría a Albert Einstein a su lado, guiándolo y apoyándolo en su búsqueda del conocimiento y la sabiduría.