Historia para JACOB

Capítulo 1: El pequeño dragón y su gran sueño

En un rincón del mundo donde los dragones todavía existen y la magia es tan palpable como la brisa del amanecer, vivía un pequeño dragón llamado Jacob. Aunque la mayoría de los dragones eran conocidos por su tamaño inmenso y su aliento ardiente, Jacob era distinto. Como un dragón sombra, era pequeño, de color azul-grisáceo, y en lugar de fuego, exhalaba una delicada niebla de plata.
Jacob vivía con sus hermanos mayores, todos dragones sombra, todos mucho más grandes que él. Desde pequeño, Jacob soñaba con ser grande y fuerte como ellos. Sin embargo, había aprendido que los dragones sombra crecían lentamente, a su propio ritmo.

Capítulo 2: Buscando la fortaleza

Un día, Jacob decidió emprender una aventura para buscar la manera de crecer más rápido. Durante su viaje, encontró un anciano sabio.
"Jacob, no puedes forzar tu crecimiento", le dijo el sabio. "Eres un dragón sombra. Tu fuerza no viene del tamaño, sino de tu corazón".
Desesperado, Jacob ignoró las palabras del sabio y continuó su búsqueda. Sin embargo, su viaje estuvo lleno de desafíos. Se enfrentó a gigantes de piedra y a criaturas mágicas malvadas, y en cada batalla fue vencido debido a su pequeño tamaño y su aliento de plata.

Capítulo 3: La verdadera fortaleza

Finalmente, Jacob se encontró con una criatura tan temible que ningún otro dragón se atrevía a enfrentar: un Basilisco. Solo, asustado y al borde de la derrota, algo cambió en Jacob. Recordó las palabras del sabio. Nunca iba a ser un dragón tan grande o tan fuerte como sus hermanos. Pero tenía su corazón.
Enfrentó al Basilisco, y en lugar de atacar, Jacob extendió sus alas pequeñas y dejó salir su aliento de plata, envolviéndolos a ambos. El Basilisco, confundido, dejó de atacar y Jacob aprovechó para hablar con él y calmarlo.

Capítulo 4: El regreso del héroe

Jacob regresó a su hogar no más grande, pero sí mucho más fuerte de corazón. Sus hermanos lo recibieron con asombro y orgullo.
"Jacob, tú eres el más valiente entre nosotros", dijo su hermano mayor. "Tu corazón, no tu tamaño, es lo que te hace fuerte".
Jacob sonrió, finalmente entendiendo que su tamaño nunca fue un obstáculo para ser grande. Aprendió que la verdadera fortaleza no viene de cómo aparentamos ser, sino de cómo somos por dentro, y de la importancia de ser un buen amigo.
Y así, nuestro pequeño dragón sombra se convirtió en un verdadero héroe, celebrado no solo por su valentía, sino por su bondad y su corazón amable. Y aunque todavía era pequeño, en el mundo de los dragones, no había nadie más grande que Jacob.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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