Historia para Angel

Título: El maravilloso viaje de Albert Einstein

Capítulo 1: El primer día de clases

Era un hermoso día de otoño en Tepic y el sol brillaba en el cielo azul. Angel se despertó emocionado, era su primer día de clases en su nueva escuela. Se vistió rápidamente y corrió a la cocina donde su mamá le esperaba con el desayuno.
Después de desayunar, Angel se encontró con sus nuevos compañeros de clase, todos muy curiosos y emocionados por aprender. El maestro entró en el aula y presentó a un hombre con una larga barba blanca y un brillo travieso en sus ojos. Angel no sabía quién era, pero los demás niños lo saludaron con entusiasmo.
"¡Buenos días, niños! Soy Albert Einstein y seré su nuevo profesor de ciencias. Estoy aquí para enseñarles sobre mis inventos y descubrimientos más maravillosos", dijo con una sonrisa.
Los niños se emocionaron aún más. Angel estaba fascinado, nunca había tenido un profesor tan interesante y divertido. Einstein comenzó a hablar sobre su teoría de la relatividad, pero en lugar de simplemente explicarla, decidió tomar a los niños en un viaje a través del tiempo y el espacio para mostrarles cómo funcionaba.
Juntos, viajaron a bordo de una nave espacial imaginaria, pasando por agujeros de gusano, estrellas y planetas. Mientras exploraban, Einstein les enseñaba sobre la gravedad, la luz y la energía.
"La relatividad nos dice que todo está conectado, que el tiempo y el espacio no son lo que parecen. Es una teoría muy importante que ha cambiado la manera en que entendemos el universo", explicó Einstein.
Angel estaba emocionado y no podía esperar para aprender más sobre las ideas fascinantes de Einstein. El primer día de clases había sido fantástico y se sintió agradecido de tener un profesor tan increíble.

Capítulo 2: El robo de la teoría

El siguiente día de clases, Einstein llegó a la escuela con un aire de preocupación en su rostro. Después de saludar a sus estudiantes, se sentó en su escritorio y se rascó la cabeza, profundamente pensativo.
Cuando todos estuvieron sentados, el maestro comenzó la clase con una sonrisa forzada: "Hoy, niños, vamos a aprender sobre el láser. Pero antes, necesito hacerles una pregunta: ¿Alguien ha visto mi teoría de la relatividad?"
Los niños se miraron entre sí, confundidos. Angel había oído hablar de la teoría de Einstein, pero no sabía que su profesor había creado una propia. "No, señor, no hemos visto nada", respondió el niño más cercano.
Einstein se levantó de su asiento y comenzó a buscar en su escritorio, en su bolsa y en sus bolsillos, pero no encontró nada. "¡Estoy seguro de que la tenía aquí ayer!" dijo, desesperado.
Los niños comenzaron a buscar por el salón, incluso Angel volteó su mochila y sacudió sus libros, pero no había rastro de la teoría de Einstein.
"Chicos, esto es muy grave", dijo el profesor, quien estaba cada vez más preocupado. "Mi teoría es muy importante, alguien podría estar intentando robármela para tomarle el crédito".
Angel se sintió frustrado, no quería que su profesor perdiera su trabajo. "¿Qué podemos hacer?", preguntó el niño, preocupado.
Einstein se puso a pensar por un momento y luego sonrió. "Creo que sé qué hacer. Vamos a ir en una misión para encontrar mi teoría".
Los niños se emocionaron ante la perspectiva de tener una misión secreta y excitante. "¿Y cómo lo haremos?", preguntó Angel, ansioso.
"Les enseñaré cómo detectar huellas y rastros", dijo Einstein, emocionado. "Vamos a buscar a cualquier persona que pueda estar actuando de forma sospechosa".
Los niños se pusieron en marcha, buscando cualquier rastro de la teoría de Einstein. Mientras se alejaban del salón, Angel se giró y vio algo en el escritorio del profesor. Era una pequeña pista que lo llevaría a la teoría robada.
Angel corrió de vuelta al salón y agarró la pista. Era un trozo de papel con un símbolo extraño en él. Decidió llevarlo con él y mostrarlo a Einstein. Cuando llegó a donde se encontraba el profesor, le mostró la pista. Einstein sonrió ampliamente y dijo: "¡Genial! ¡Esto es justo lo que necesitábamos!".
Juntos, Einstein y los niños descifraron el código y descubrieron que la teoría había sido robada por un competidor celoso que quería tomar crédito por el trabajo de Einstein.
Gracias a la astucia y el ingenio de los niños, la teoría de Einstein fue recuperada y volvió a su lugar seguro en el escritorio del profesor.
Einstein estaba muy agradecido con Angel y sus estudiantes, quienes habían sido los héroes de la hora. Les agradeció por su ayuda y les prometió que su trabajo nunca sería utilizado por otros sin su permiso.
Desde ese día, la clase de ciencias de Einstein se convirtió en la más popular de la escuela y su teoría de la relatividad se enseñó en todo el mundo.
Angel se sintió orgulloso de haber ayudado a su maestro y se dio cuenta de que, aunque el mundo era grande y complicado, siempre había un camino a seguir y siempre se podía ayudar a los demás si se usaba el ingenio y la astucia.

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