Historia para Santiago Ortiz Cubillo

Título: El dragón valiente

Capítulo 1: El desafío

Santiago era un joven y valiente dragón de sombra. Vivía en una cueva oscura y fría con su abuela Sandra. Todos los días, Santiago se dedicaba a estudiar y practicar sus habilidades de sombra para convertirse en un gran dragón.
Un día, mientras exploraba los alrededores de su cueva, Santiago se topó con un grupo de dragones mayores que bromeaban acerca de una peligrosa criatura que habitaba una cueva cercana. Santiago sintió curiosidad y les preguntó acerca de la criatura. Los dragones mayores le dijeron que era una bestia feroz y aterradora que había aterrorizado a muchos dragones que intentaron acercarse a ella.
Santiago sintió miedo, pero también sintió una fuerte curiosidad por la criatura. Decidió enfrentarse al desafío y descubrir por sí mismo qué había en la cueva. Con valentía, se adentró en la cueva oscura.
De repente, escuchó el crujir de piedras debajo de sus garras y un fuerte rugido salió de la oscuridad. Santiago se asustó mucho, pero recordó lo valiente que quería ser y decidió seguir adelante.
Finalmente, llegó a una gran caverna donde vio a la bestia: un enorme monstruo con garras afiladas y dientes afilados. Santiago tembló de miedo, pero recordó lo que su abuela siempre le decía: "Di siempre la verdad porque no se puede confiar en un mentiroso".
Con mucho valor, Santiago miró fijamente a los ojos del monstruo y le habló con honestidad. Le contó acerca de su curiosidad y su deseo de conocerlo, y le aseguró que no le haría daño. El monstruo, al sorprenderse, bajó su cabeza y dejó que Santiago se acercara.
Santiago se acercó con cautela al monstruo, y con el tiempo, descubrió que era un dragón mayor que había perdido la vista y no podía salir de la cueva. Santiago decidió hacerse amigo del monstruo y, con su ayuda, aprendió muchas cosas sobre la vida y la valentía.
Regresó a su cueva con una gran sonrisa en su rostro, sabiendo que había logrado algo grande y que su abuela estaría orgullosa de él. Y desde entonces, siempre dijo la verdad y aprendió a ser más fuerte y valiente cada día.

Capítulo 2: Un giro inesperado

Después de su valiente encuentro con el monstruo ciego, Santiago estaba más seguro de sí mismo y estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara. Pero lo que no sabía era que un giro inesperado estaba por ocurrirle.
Una tarde, mientras Santiago y su abuela Sandra se encontraban en la entrada de su cueva, un grupo de dragones mayores se acercó a ellos. Santiago reconoció a algunos de ellos como los que le contaron sobre el monstruo ciego, y de inmediato se sintió incómodo y preocupado.
Uno de los dragones mayores se acercó a Santiago y lo desafió a una batalla. Santiago no quería pelear, pero sabía que no podía demostrar debilidad frente a los mayores. Asintió en aceptación y se preparó para la batalla.
Fue una lucha difícil, pero Santiago se mantuvo firme y utilizó sus habilidades de sombra para defenderse de los ataques del otro dragón. Sin embargo, mientras seguían luchando, Santiago notó que algo extraño estaba sucediendo. El dragón mayor parecía estar manipulando su sombra, y de repente, fue envuelto en una oscuridad inquietante.
Santiago se sintió atrapado y confundido, sin saber cómo escapar de la oscuridad que lo rodeaba. Mientras intentaba encontrar una forma de liberarse, escuchó la voz de su abuela Sandra, quien le gritaba: "Di siempre la verdad porque no se puede confiar en un mentiroso".
Santiago recordó estas palabras y decidió hablar con honestidad sobre lo que estaba sucediendo. Admitió que no tenía idea de cómo escapar de la oscuridad y que necesitaba ayuda. De repente, la oscuridad se disipó, y Santiago y el otro dragón pudieron ver de nuevo.
El dragón mayor, que se había mostrado tan arrogante y confiado antes, ahora parecía avergonzado y triste. Explicó que había manipulado la sombra de Santiago en un intento de ganar la batalla, pero que ahora se daba cuenta de que estaba equivocado. Le pidió disculpas a Santiago y le aseguró que nunca volvería a ser un mentiroso.
Santiago se sintió aliviado y agradecido por haber podido resolver la situación con honestidad y valentía. Se dio cuenta de que incluso los mayores pueden cometer errores y que siempre es importante decir la verdad y ser valiente en cada situación difícil. Con esto en mente, decidió seguir adelante con la cabeza en alto, listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara en el futuro.
Después de este incidente, Santiago se sintió aún más seguro de sí mismo y de sus habilidades como dragón de sombra. Continuó practicando y mejorando sus habilidades, pero también aprendió la importancia de la honestidad y la valentía en todas las situaciones.
Un día, mientras exploraba el bosque cercano con su abuela Sandra, Santiago se topó con un grupo de dragones jóvenes que parecían estar en problemas. Sin pensarlo dos veces, Santiago se acercó para ver si podía ayudar en algo.
Resultó que los dragones jóvenes habían perdido la orientación y no podían encontrar el camino de regreso a su hogar. Santiago, utilizando sus habilidades de sombra, pudo crear una ruta clara y guiarlos de regreso a su cueva.
Los jóvenes dragones estaban agradecidos y se sintieron seguros con la ayuda de Santiago. Le preguntaron cómo podían agradecerle adecuadamente, a lo que Santiago respondió: "No hay necesidad de agradecerme, solo asegúrense de recordar siempre la importancia de la honestidad y la valentía en sus vidas".
Con esto, Santiago y su abuela Sandra se despidieron de los jóvenes dragones y regresaron a su cueva. Santiago sabía que aún había muchos desafíos por delante, pero ahora se sentía seguro de que podía enfrentarlos con honestidad, valentía y confianza en sí mismo.

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