Historia para Angelita & MIGUEL
Título: El Robot Eléctrico de Torre Tesla

Capítulo 1: Los Niños Aventureros
Érase una vez en la ciudad de Torre Tesla, donde el brillante inventor Nikola Tesla se reunía con niños de todas partes para enseñarles sus extraordinarias invenciones. Angelita y Miguel eran dos de esos niños que esperaban con anticipación su demostración de transmisión inalámbrica de electricidad.
Angelita era una niña curiosa de 30 años, siempre lista para aprender algo nuevo. En cambio, Miguel, con solo 7 años de edad, era un niño travieso y aventurero. Estaba emocionado por ver lo que Tesla tenía preparado para ellos.
Cuando llegaron al laboratorio de Tesla, se sorprendieron al ver un pequeño robot sobre la mesa. Tesla explicó que era un juguete que funcionaba con electricidad. Quería demostrarles cómo su invento de transmisión inalámbrica podía dar vida al robot sin necesidad de cables.
Empezó a trabajar en su invento, pero algo salió mal. De repente, el robot cobró vida propia y comenzó a moverse por su cuenta. Tesla intentó apagarlo, pero el robot parecía estar cada vez más fuerte.
Angelita y Miguel miraban con asombro mientras se abría la puerta del laboratorio. El robot eléctrico escapó y los niños, sin pensarlo dos veces, salieron corriendo detrás de él.
"Miren, está subiendo por ese edificio", dijo Angelita señalando hacia el rascacielos cercano. "¡Vamos a seguirlo!"
Miguel, emocionado por la idea, siguió a Angelita mientras escalaban el edificio. Miraron hacia abajo y vieron el robot eléctrico corriendo por las calles de la ciudad.
¿Lograrán Angelita y Miguel detener al robot eléctrico antes de que cause más problemas? Descúbrelo en el próximo capítulo de "El Robot Eléctrico de Torre Tesla".

Capítulo 2: La persecución del Robot
Angelita y Miguel siguieron al robot eléctrico, saltando de edificio en edificio mientras el robot corría por las calles de la ciudad. La emoción los mantenía motivados, pero cada vez era más difícil seguirle el ritmo.
Finalmente, el robot se detuvo en un parque cercano. Angelita y Miguel respiraron aliviados al ver que no había causado ningún daño. Pero cuando intentaron acercarse al robot, este los sorprendió con un chorro de electricidad que los hizo retroceder.

"¡Tenemos que encontrar una manera de detener el robot!", dijo Angelita.
Miguel, con su espíritu aventurero, tuvo una idea. Recordó que había una cuerda en su mochila y decidió intentar atrapar al robot con ella. Con mucho cuidado, se acercó al robot mientras Angelita lo distraía. Logró envolver la cuerda alrededor del robot y lo ató con fuerza.
Pero, de repente, el robot comenzó a brillar intensamente y la cuerda se quemó. Miguel y Angelita se asustaron al ver que el robot estaba cada vez más fuerte y fuera de control.
De repente, la puerta de un edificio cercano se abrió y un hombre llamado Juan entró en escena. Se presentó como el ayudante de Tesla y explicó que el robot había sido creado para ser una herramienta de la policía para persecución de criminales.
Angelita y Miguel se sorprendieron al enterarse de que habían estado persiguiendo a un robot policía y no a un juguete inofensivo.
"¡Lo siento mucho!", dijo Tesla al ver lo sucedido. "Pero ya que se han involucrado tanto en esto, ¿por qué no les muestro cómo funciona el robot de verdad?"
Y así, Angelita y Miguel aprendieron mucho más sobre transmisión de electricidad y robótica de lo que esperaban, y también se dieron cuenta de que las cosas no siempre son lo que parecen.
Después de la demostración del robot policía, Tesla le regaló a Miguel una pequeña réplica del robot para que pudiera recordar la experiencia. Angelita también recibió una recompensa por su valentía al perseguir al robot, y Tesla les aseguró que sus aventuras juntos no habían terminado.
A medida que Angelita y Miguel se alejaban de Torre Tesla, se miraron el uno al otro con una sonrisa. Habían aprendido mucho sobre electricidad y robótica, pero más importante aún, habían aprendido que aventurarse fuera de su zona de confort podría conducir a experiencias sorprendentes e inesperadas.
Mientras se alejaban de la ciudad, Angelita y Miguel sabían que siempre tendrían una conexión especial con Torre Tesla y el hombre que lo había creado. Y así, mientras el sol se ponía en el horizonte, continuaron soñando con las aventuras que les esperaban en el futuro. El fin.