Historia para Samuel

Título: El Parque de las Maravillas del Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco

Capítulo 1: El encuentro con el Gato de Cheshire

Samuel caminaba por el bosque de Wonderland, tratando de encontrar su camino de regreso a su casa. Mientras caminaba, de repente escuchó una risa extraña que venía de un árbol cercano.

- ¿Quién está ahí? - preguntó Samuel, mirando hacia arriba.

- ¡Hola, hola! - dijo una voz chillona desde las ramas. Samuel miró hacia arriba y vio al Gato de Cheshire, sonriendo ampliamente.

- ¿Quién eres tú? - preguntó Samuel.

- Soy el Gato de Cheshire, el más astuto y juguetón de todos los gatos de Wonderland - dijo el gato, saltando de las ramas y aterrizando en el suelo a los pies de Samuel.

- ¿Y qué haces aquí? - preguntó Samuel curioso.

- Estoy en busca de un amigo para ayudarme en mi nueva aventura. ¿Te gustaría unirte a mí? - preguntó el Gato de Cheshire, con una chispa traviesa en sus ojos.

- Claro, ¿qué tengo que hacer? - dijo Samuel.

- Ven conmigo al lugar donde todo es posible - respondió el gato, saltando hacia delante en el bosque.
Samuel siguió al Gato de Cheshire mientras corría a través del bosque, saltando sobre troncos y arbustos. Finalmente llegaron a un claro, donde el Sombrerero Loco estaba sentado en una mesa, bebiendo té.
- ¡Hola, Gato de Cheshire! - saludó el Sombrerero Loco, levantando su taza. - ¿Y quién es este joven y apuesto caballero?
- Este es Samuel, el amigo que necesitamos para ayudarnos en nuestra última aventura - anunció el Gato de Cheshire, saltando sobre la mesa.

- ¿Qué aventura? - preguntó Samuel, sintiéndose cada vez más emocionado.

- Vamos a construir un parque de diversiones para los más jóvenes de Wonderland - dijo el Sombrerero Loco, su cabeza girando locamente. - Un lugar donde puedan reír, jugar y ser libres.
- ¡Eso suena genial! - exclamó Samuel, imaginando todas las atracciones salvajes y maravillosas que podrían construir.
- Entonces, ¿estás dentro? - preguntó el Gato de Cheshire, con una sonrisa malvada.
- ¡Por supuesto que lo estoy! - dijo Samuel, emocionado por su próxima aventura.
Y así, el Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco se unieron a Samuel en la construcción del parque de diversiones más loco y brillante que Wonderland haya visto jamás. Pero esa es una historia para otro día.

Capítulo 2: El obstáculo

Samuel, el Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco habían estado trabajando duro en la construcción del parque de diversiones durante días, y las cosas iban bien. Montañas rusas retorcidas, carruseles giratorios, piscinas llenas de helado y cascadas de chocolate eran solo algunas de las atracciones que habían creado.
Pero de repente, todo cambió. Una gran nube de humo negro apareció en el cielo, y un fuerte viento comenzó a soplar, trayendo consigo el sonido de algo retumbante.

- ¿Qué es eso? - preguntó Samuel, asustado.

- Parece que hay problemas en el Reino de la Reina Roja - dijo el Gato de Cheshire, con una ceja levantada. - ¡Debemos ir a investigar!
Los tres amigos corrieron hacia la fuente del humo negro y pronto llegaron a una gran pared construida en el medio del bosque de Wonderland. Una bandera roja y blanca con un corazón latiendo estaba en el centro de la pared.
- ¡Esto es obra de la Reina Roja! - dijo el Sombrerero Loco, frunciendo el ceño. - Puso esta pared para mantener a los jóvenes de Wonderland lejos de nuestro parque de diversiones.
- Tenemos que encontrar una manera de llegar al otro lado - dijo Samuel, mirando a su alrededor en busca de una solución.

De repente, el Gato de Cheshire comenzó a desvanecerse en el aire.

- ¡No me importa cómo lo hagan, pero deben llegar al otro lado de esa pared! - dijo el Gato de Cheshire, desapareciendo por completo.
- Y yo tengo una idea - dijo el Sombrerero Loco, sacando una mesa y algunas tazas para té.
El Sombrerero Loco comenzó a girar la mesa como un timón, y las tazas comenzaron a girar alrededor de la mesa, creando un vórtice de energía.
- ¡Monten la mesa! ¡Vamos a romper esta pared de una vez por todas! - gritó el Sombrerero Loco, subiendo a la mesa.
Samuel y el Gato de Cheshire siguieron al Sombrerero Loco y juntos, saltaron encima de las tazas que giraban. La mesa comenzó a moverse a través del vórtice y se estrelló contra la pared, haciéndola temblar. Con un fuerte crujido, la pared se derrumbó en pedazos, y los jóvenes de Wonderland corrieron a través del agujero.

- ¡Lo logramos! - gritó Samuel, saltando de alegría.

- ¡Bien hecho, muchachos! - dijo el Gato de Cheshire, apareciendo ante ellos. - Ahora, ¡continuemos con la construcción de nuestro parque de diversiones!
Y así, Samuel, el Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco continuaron construyendo el parque de diversiones más loco de Wonderland. Y aunque la Reina Roja intentó sabotear sus esfuerzos varias veces más, nada pudo detenerlos. Al final, los jóvenes de Wonderland tenían un lugar donde podían reír, jugar y ser libres, gracias a la astucia y la determinación del Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco.
Después de semanas de trabajo duro, el parque de diversiones finalmente estaba abierto. Los jóvenes de Wonderland corrían de un lado a otro, gritando de emoción mientras probaban todas las atracciones. Samuel estaba feliz de ver a tantos niños sonriendo y divirtiéndose juntos.
- ¿Ves, Samuel? - dijo el Gato de Cheshire, apareciendo al lado del niño. - Este parque de diversiones es algo especial. Ahora, los jóvenes de Wonderland tienen un lugar donde pueden ser ellos mismos y disfrutar de su juventud.
- Gracias, Gato de Cheshire, por todo lo que has hecho - dijo Samuel, abrazándolo.
- De nada, pequeño amigo. Realmente disfruté trabajar contigo y el Sombrerero Loco. ¡Nunca olvidaré esta aventura!
El Sombrerero Loco se unió a ellos y juntos, disfrutaron de un día lleno de diversión y risas en el parque de diversiones. Al final del día, Samuel se despidió de sus amigos y regresó a su casa en Wonderland, sintiéndose agradecido por haber tenido la oportunidad de hacer algo bueno para los jóvenes de su mundo.
Y mientras se acostaba en su cama esa noche, Samuel recordó con cariño su aventura con el Gato de Cheshire y el Sombrerero Loco. Sabía que siempre tendría un lugar en su corazón para ellos y para el parque de diversiones que habían construido juntos. Y así, se quedó dormido, soñando con las maravillas y las emociones que esperaban a los jóvenes de Wonderland en su nuevo y emocionante parque de diversiones.

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