Historia para Alex, Lucía, Rodrigo

Título: El Increíble Transportador de Historias

Capítulo 1: El Descubrimiento

Alex, un oso adolescente, había estado trabajando en su último proyecto durante semanas. Había construido una máquina capaz de transportar a cualquier persona a sus libros favoritos. Alex estaba emocionado por las posibilidades que la máquina podría ofrecer y estaba ansioso por probarla él mismo.
Lucía, su hermana pequeña, estaba sentada en el suelo, jugando con sus piezas de ajedrez mientras lo observaba trabajar. "¿Qué estás haciendo, Alex?", preguntó ella mientras levantaba la mirada.
"Estoy construyendo algo increíble, Lucía. Una máquina que nos permitirá viajar a nuestros libros favoritos y sumergirnos completamente en ellos", respondió Alex, con una sonrisa en el rostro.
Lucía parecía intrigada. "¿Podremos conocer a los personajes y vivir aventuras con ellos?"
"Exactamente", dijo Alex, emocionado. "Podremos experimentar cualquier cosa que deseemos en el mundo de la fantasía que escojamos”.
En ese momento, Rodrigo, su hermano menor, entró tambaleándose en la habitación. "¿Qué está pasando aquí?", preguntó mientras se aferraba a las piernas de Alex.
"Estoy a punto de probar mi invento, Rodrigo. ¿Quieres venir con nosotros y ser un héroe en nuestras aventuras literarias?”, exclamó Alex, levantándolo por los aires.

Rodrigo pareció emocionado por la idea y comenzó a bailar alrededor de Alex.

"¡Yo quiero ir a una historia de detectives con Tigre, mi personaje favorito!", exclamó, imaginando todo tipo de aventuras emocionantes.

"¡Esa es una excelente idea, Rodrigo!", agregó Lucía, sonriendo.

Mientras se preparaban para la prueba, Tito Polo, su abuelo, ingresó en la habitación. "¿Qué está pasando aquí?", preguntó, con una sonrisa en el rostro al ver el invento de Alex.
Les animó a probar la máquina. "Pero recuerden, niños, sean siempre amables, incluso en el mundo de la ficción. Las acciones que tomamos tienen consecuencias, incluso en nuestros sueños. No se olviden de eso", dijo, dándoles una caricia a cada uno.
Con eso, Alex, Lucía, y Rodrigo se colocaron dentro del transporte, emocionados por lo que estaban por experimentar. El mundo de la fantasía se abrió ante ellos mientras la máquina vibraba con energía. ¿A dónde los llevaría su primer viaje?

Continuará...

Capítulo 2: El Mundo de la Fantasía

La máquina de Alex se encendió con una luz cegadora y un sonido atronador. Los tres hermanos cerraron los ojos mientras se transportaban a su destino.
Cuando abrieron los ojos, se encontraron en un mundo de detectives en blanco y negro. Había una ciudad de aspecto antiguo con callejones oscuros y detectives privados ocultos detrás de cada esquina.
Rodrigo se emocionó al ver a su personaje favorito, Tigre, en un sombrero de fieltro y un abrigo largo. "¡Vamos a vivir una emocionante aventura de detectives!", dijo mientras se adelantaba.
Sin embargo, no todo era lo que parecía. Tigre parecía distraído y confundido. "¿Qué está pasando?", preguntó Alex mientras se acercaba a él.
Tigre suspiró. "He estado tratando de resolver un caso durante semanas, pero nada tiene sentido. Todo lo que solía saber ha desaparecido. Ya no sé lo que es real y lo que no".
"¡Pero eso significa que necesitas nuestra ayuda!", exclamó Lucía, con una sonrisa. "¡Podemos ayudarte a resolver el caso y encontrar la verdad!"
Tigre pareció dudar por un momento, pero luego asintió con la cabeza. "¡Muy bien! Pero ten cuidado, este mundo de detectives puede ser peligroso y engañoso".
Los cuatro comenzaron a investigar juntos, explorando la ciudad y reuniendo pistas. Pero cuanto más profundizaban en el caso, más peligrosos se volvían los sospechosos. Se encontraron con peligrosas pandillas callejeras, sicarios contratados y ladrones expertos.
Rodrigo estaba asustado, pero su espíritu valiente lo mantuvo en pie mientras ayudaba a sus hermanos mayores. Juntos, se abrieron camino a través de la ciudad y descubrieron la verdad detrás del misterio.
Pero cuando se preparaban para regresar a casa, la máquina de Alex dejó de funcionar. Los tres hermanos se quedaron atrapados en el mundo de los detectives, sin saber cómo regresar a casa.

Continuará...

De repente, un hombre apareció detrás de ellos. Era Tito Polo, el abuelo de los niños, que había estado buscándolos desde que desaparecieron en la máquina. "¡Abuelo!", exclamó Lucía, corriendo hacia él para abrazarlo. "¿Cómo hiciste para encontrarnos?".
Tito Polo explicó que, al ver que sus nietos no regresaban, se dio cuenta de que algo debía haber salido mal. Investigó la máquina de Alex y descubrió que, para arreglarla, necesitarían encontrar una pieza en particular en el mundo de los detectives.
Los cuatro se pusieron manos a la obra y, después de algunas dificultades, finalmente encontraron lo que necesitaban. Con la pieza en su poder, Alex pudo arreglar la máquina y regresar a casa con sus hermanos y su abuelo.
De vuelta en la seguridad de su hogar, Tito Polo les explicó a los niños que, aunque habían tenido una gran aventura, debían ser cuidadosos al jugar con la máquina y siempre informar a un adulto si algo salía mal.
Alex, Lucía y Rodrigo aprendieron la lección y prometieron ser más cuidadosos en el futuro. Se abrazaron, felices de estar de vuelta en casa, y prometieron tener siempre presente la moral de la historia: ser amables con los demás.
Y así, terminó su aventura en el mundo de la fantasía, pero siempre recordarán la emocionante aventura que vivieron juntos, y la importancia de mantenerse seguros y de ser amables.

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