Historia para Catalina & Romina
Título: El Hada Estelar

Capítulo 1: La llegada del visitante del espacio
Había una vez en la escuela de la aldea de las hadas, una maestra llamada Catalina y una científica llamada Romina, ambas eran muy curiosas y les apasionaba aprender cosas nuevas. Un día, mientras enseñaban y experimentaban con sus alumnos, una nave espacial aterrizó en el patio de la escuela.
Los niños gritaron de emoción y se reunieron alrededor de la nave. De repente, la puerta se abrió y salió un visitante del espacio. Era un ser extraño con ojos grandes y brillantes, y una voz serena pero fuerte.
"¡Hola, pequeños! Soy un maestro estelar del sistema solar. Vengo a su mundo para aprender y enseñar sobre nuestro universo y las maravillas que lo rodean".
Catalina y Romina se presentaron y preguntaron si podían ayudarlo en su misión. El visitante estuvo de acuerdo y les explicó que quería aprender más sobre la Tierra y a la vez enseñarles a los niños sobre su sistema solar.
Los niños estaban emocionados y comenzaron a hacer preguntas sobre su visita al espacio. El visitante les contó acerca de su planeta, su sistema solar y la forma en que viven en su mundo.
Catalina y Romina se dieron cuenta de que todos estaban disfrutando de la visita del visitante, por lo que ofrecieron mostrarle su mundo. Los llevaron a la pradera, donde se encontraron con las hadas de las flores, y más tarde fueron a ver a las hadas de los animales en el bosque.
El visitante estaba muy interesado en todo lo que veía y escuchaba. Los niños le mostraron cómo pintar y le enseñaron su forma de jugar. Todos se divirtieron y aprendieron mucho juntos.
El día terminó y el visitante agradeció a todos por su amable recibimiento. Prometió volver para seguir aprendiendo y enseñando.
Catalina y Romina se dieron cuenta de que nunca habían aprendido tanto en un solo día y estaban muy agradecidas por la visita del visitante estelar. Los niños estaban felices y animados por lo que habían aprendido. Todos se fueron a casa, con grandes sonrisas en sus rostros, y se sintieron inspirados para seguir aprendiendo y nunca rendirse en su búsqueda de conocimiento.

Capítulo 2: El desafío estelar
Después de la emocionante visita del maestro estelar, Catalina y Romina estaban decididas a aprender más sobre el espacio y los misterios del universo. Comenzaron a investigar y estudiar cada vez que tenían tiempo libre de sus labores en la escuela.
Un día, mientras estaban sentadas en el jardín de la escuela, mirando hacia el cielo estrellado, escucharon un ruido extraño. Las estrellas parecían estar temblando y las constelaciones se estaban moviendo de lugar.
Catalina y Romina se preocuparon y decidieron investigar de inmediato. Fueron a la biblioteca y buscaron en los libros sobre los cambios en las estrellas y el universo. Descubrieron que algo extraño estaba ocurriendo en el espacio: un agujero negro estaba acercándose a su sistema solar y estaba afectando el movimiento de los planetas y las estrellas.
Catalina y Romina se dieron cuenta de que debían tomar medidas para proteger a los niños de la aldea de las hadas de los peligros que podrían venir por el acercamiento del agujero negro. Decidieron que debían enseñar a los niños lo que estaba sucediendo y cómo podían protegerse.
Pero mientras estaban enseñando a los niños sobre el agujero negro, algo inesperado sucedió: una nave espacial se estrelló en el patio de la escuela. De ella salió un ser extraño que parecía estar en pánico.
Era el maestro estelar que había regresado para pedir ayuda. Le explicó a Catalina y Romina que había sido atacado por una nave extraterrestre desconocida que llevaba años persiguiéndolos. Él temía que el agujero negro fuera creado por esa nave y que ellos intentaran destruir su sistema solar.
Catalina y Romina sabían que debían ayudar al maestro estelar a salvar su sistema solar y el suyo propio. Trabajaron juntos para desarrollar un plan y enseñaron a los niños cómo construir un escudo protector que pudiera resistir la fuerza del agujero negro.
Los niños trabajaron duro y construyeron el escudo perfecto. Cuando la nave extraterrestre atacó, el escudo protegió a todos y los alejó del peligro.
Catalina y Romina se sintieron aliviadas y orgullosas de los niños y su capacidad de trabajar juntos para protegerse y salvar al visitante y a su sistema solar. Prometieron seguir aprendiendo juntos y nunca rendirse, sin importar lo difícil que fuera el camino.
La visita del maestro estelar y la amenaza del agujero negro se convirtieron en una brillante aventura de la cual siempre estarían agradecidos los habitantes de la aldea de las hadas.
Después de la emocionante aventura, Catalina y Romina regresaron a la escuela junto con los niños de la aldea de las hadas. Todos se sentían felices por haber aprendido tanto sobre el espacio y los misterios del universo.
Los padres de las hermanas, Victor y Diana, se sintieron orgullosos de ellas y de todo lo que habían logrado junto con los demás niños. Los hermanos Mari, Lau y Victoria se sintieron felices y emocionados por todo lo que habían aprendido y por haber trabajado juntos para completar el desafío.
Catalina y Romina se dieron cuenta de que habían aprendido mucho más de lo que jamás habían imaginado. Habían aprendido sobre la importancia del trabajo en equipo, la perseverancia y la creatividad.
La aventura había terminado, pero la emoción y el aprendizaje que trajeron siempre estarían con ellos. Los niños continuaron investigando sobre el espacio y soñando con explorar nuevos planetas y descubrir nuevos misterios del universo.
Catalina y Romina se quedaron juntas en la escuela, enseñando y aprendiendo juntas, y siempre recordarían la lección más importante que aprendieron: nunca rendirse, sin importar lo difícil que fuera el camino. Y así, más aventuras estrellares y descubrimientos esperarían a las hermanas y los niños de la aldea de las hadas.