Historia para Doní
Título: El Clan de los Gatos Ninja

Capítulo 1: Un Nuevo Desafío
Doní, una pequeña gata ninja de 9 años, corría veloz por las calles de su aldea. Su padre, Federico, líder del Clan de los Gatos Ninja, la había enviado en una misión muy importante. Doní tenía que navegar a través del complicado paisaje político entre los clanes rivales de ninja.

Ella saltó habilidosamente sobre una pared, y se deslizó en un callejón oscuro. Desde allí, podía escuchar a los dos clanes rivales discutir acaloradamente. Escuchó que los gatos del clan del Dragón estaban tramando algo malvado.
Decidió seguir sus movimientos, saltó por encima de los tejados de los edificios y se escondió detrás de algunas cajas. Escuchó que el clan del Dragón quería atacar al Clan de los Gatos Ninja al amanecer.
Doní sabía que tenía que actuar rápido y advertir a su padre. Fue a toda velocidad de regreso a su aldea, y se encontró con su hermano menor, Matteo, quien estaba peleando con su gato llamado Ariana.
"Doní, ¿dónde has estado?", preguntó Matteo mientras se limpiaba el polvo de su ropa.

"Escuché a los gatos del clan del Dragón hablando de un ataque contra nosotros en la mañana", respondió Doní, sin aliento.
"Tenemos que decírselo a papá inmediatamente", dijo Matteo mientras se ponía de pie.
Doní asintió con la cabeza y juntos corrieron a la casa de su padre. Belen, su madre, estaba preparando el té y les preguntó sorprendida:

"¿Qué sucede chicos? ¿Por qué están tan agitados?".
Doní les contó todo lo que había escuchado en el callejón, y su padre, Federico, estaba preocupado.
"Tenemos que prepararnos para lo peor. Reúne a todos los gatos ninja de la aldea, les dijo a Doní y Matteo.
Con su padre liderando el camino, se reunieron en la plaza del pueblo y comenzaron a planear su defensa. Doní se aseguró de que todos tuvieran suficiente comida y agua y se preparó para la batalla.
A medida que amanecía, las hordas del Clan del Dragón se acercaban. Pero gracias a la preparación de Federico y la rápida advertencia de Doní, la defensa del Clan de los Gatos Ninja fue fuerte e invencible.
Después de la victoria, todos celebraron con una gran cena. Doní se sintió orgullosa de sí misma por haber ayudado a mantener a su aldea a salvo. Y mientras compartían la cena, su padre les recordó algo importante: "Recuerden siempre ser amables, incluso en tiempos de conflicto".
Doní asintió en silencio, sabiendo que había aprendido una valiosa lección ese día. El Clan de los Gatos Ninja estaba seguro y en paz otra vez, gracias a su diligencia y amabilidad.

Capítulo 2: El giro inesperado
Después de la victoria, Federico, Doní, Matteo y Ariana regresaron a su casa. La aldea estaba en paz y todo parecía haber vuelto a la normalidad. Sin embargo, esa noche, Doní tuvo un sueño extraño y perturbador.
En el sueño, vio a un miembro del Clan del Dragón acercándose sigilosamente a su casa. Trató de gritar, pero no pudo hacer ningún sonido. Antes de que pudiera hacer algo, el gato enemigo estaba justo al lado de su cama. Doní se despertó sobresaltada y asustada.
Le costó volver a dormir, pero finalmente lo logró. A la mañana siguiente, cuando despertó, todavía se sentía nerviosa por el sueño. Al desayunar, su padre notó que estaba inquieta.
"Doní, ¿pasa algo?", preguntó Federico.

"No, nada", respondió Doní intentando sonar normal.
Pero mientras se preparaba para su entrenamiento, notó que Ariana estaba actuando extraño, como si estuviera preocupada por algo. Doní trató de ignorar la sensación de que algo estaba mal.
Durante el entrenamiento con Matteo, Doní notó que algo se movía en los arbustos cercanos. Cuando se acercó, vio a un gato del Clan del Dragón, ¡el mismo del sueño! Aunque estaba asustada, Doní decidió actuar rápidamente.

"¿Qué estás haciendo aquí?", preguntó Doní con voz temblorosa.
El gato enemigo simplemente se burló y comenzó a avanzar hacia ella con una actitud amenazadora.
Doní pensó rápidamente y decidió usar sus habilidades de Ninja para escapar. Consiguió alejarse del gato del Clan del Dragón y corrió de regreso a su casa, donde les contó todo a su familia.
Federico decidió enviar a Matteo y Ariana para proteger a su hermana mientras él salía en busca de información sobre el Clan del Dragón. Doní se sentía agradecida de tener a su familia cuidándola y se aseguró de estar preparada para cualquier cosa.
La lección que había aprendido anteriormente, de ser amable incluso en tiempos de conflicto, se aplicaba a esta situación. Pero también estaba aprendiendo una nueva lección, estaba aprendiendo a escuchar sus instintos. ¿Cómo había sabido que algo estaba mal la noche anterior?

Mientras esperaba a su familia, Doní se prometió a sí misma estar más atenta a sus sueños y a cualquier sensación extraña que tuviera en el futuro. Sabía que simplemente ser amable no era suficiente, debía estar preparada para cualquier cosa.
Finalmente, con la ayuda de sus habilidades de Ninja y la protección de su familia, el Clan de los Gatos Ninja logró vencer al Clan del Dragón. Doní se sintió segura y feliz de que la aldea estuviera en paz de nuevo. Pero siempre estaría atenta a los giros inesperados que pudieran venir en el futuro.
Después de la victoria final, Doní y su familia celebraron juntos. Doní se sentía más fuerte y preparada para cualquier cosa que se le presentara en el futuro.
Ariana, que había estado actuando extraño antes, se acercó a Doní y le dijo: "Lo siento mucho, Doní. No quería preocuparte, pero también tuve un sueño extraño anoche. Soñé que algo malo te sucedía".
Doní se sorprendió al escuchar esto y se sintió agradecida de tener a Ariana como amiga y compañera de entrenamiento.
"¡Gracias por preocuparte tanto por mí, Ariana! Me alegro de que ahora estemos a salvo", respondió Doní sonriendo.
Después de la cena, mientras Doní se preparaba para acostarse, su padre se acercó a ella.
"Doní, estoy muy orgulloso de ti. Has demostrado que eres una gran Ninja y una persona amable al mismo tiempo. Eres nuestra heroína", dijo Federico sonriendo.
Doní se sintió abrumada por las palabras de su padre, pero también se sintió agradecida por tener una familia que la apoyaba.
"Gracias, papá. No podría haberlo hecho sin mi familia y mis amigos", respondió Doní sonriendo.
Con una sensación de felicidad y seguridad, Doní se acostó para dormir. Sabía que había aprendido muchas lecciones importantes durante su aventura y que siempre estaría agradecida por su familia y amigos.