Historia para YANET, LAURA, MARCOS

Capítulo 1: "El Bosque de las Historias Olvidadas".

En un pequeño pueblo rodeado de vastos bosques vivían Yanet, Laura y Marcos. Yanet, la mayor de los hermanos, cuidaba de la pequeña Laura de 4 años y de Marcos, un preadolescente de 12. Su padre, Erick, trabajaba en el aserradero del pueblo.
Además de ser hermanos, eran amigos inseparables, siempre listos para una nueva aventura. Pasaban sus días explorando el bosque cercano, lleno de maravillas y misterios ocultos, reglas no escritas y caminos olvidados.
En medio del bosque, allí donde los mapas ya no ven, se encontraba un antiguo árbol, llamado el "Árbol Sabio". Era sabido que el Árbol Sabio podía hablar y contar historias de tiempos antiguos. Pero había una condición: solo respondía a aquellos que sabían escuchar.

Capítulo 2: "El Susurro del Árbol Sabio"

Un día, mientras jugaban cerca del Árbol Sabio, Yanet propuso un desafío.

- Óyeme, hermanos -dijo Yanet- ¿Qué tal si intentamos escuchar la voz del Árbol Sabio?
Laura y Marcos asintieron, emocionados. ¿Y cómo no estarlo? Era una misión digna de héroes.
Pasaron horas alrededor del árbol, intentando escuchar su voz. Pero nada sucedía. El desánimo comenzó a hacerse presente cuando, de repente, Laura, la menor, exclamó:

- ¡Escucho algo! ¡Escucho al Árbol Sabio!

Yanet y Marcos, asombrados, preguntaron qué había escuchado.

- El Árbol Sabio me ha dicho que debemos aprender a escuchar; no solo con los oídos, sino también con el corazón -respondió Laura.

Todos se miraron confundidos, pero decidieron seguir el consejo de Laura.

Capítulo 3: "El Eco del Corazón"

Los días siguientes, los niños pasaron tiempo con el Árbol Sabio, aprendiendo a escuchar de una manera nueva. Escuchaban a las hojas susurrar, al viento suspirar y a la tierra respirar. Y, lo más importante, empezaron a escucharse entre ellos.
Fue entonces cuando escucharon la voz del Árbol Sabio, tan clara como el agua de manantial. Les contó maravillosas historias de héroes y bestias, de libros perdidos y de tiempos olvidados.

- ¿Por qué nosotros? - preguntó Marcos, confundido.

- Porque aprendieron a escuchar con el corazón - respondió el Árbol Sabio - Y ese es el mayor regalo que uno puede ofrecer al mundo.

Capítulo 4: "El Canto del Bosque"

Desde ese día, los niños acudían al bosque no solo para jugar sino también para escuchar. Compartieron sus experiencias con sus amigos y pronto todo el pueblo empezó a visitar al Árbol Sabio.
Así, gracias a Yanet, Laura y Marcos, el bosque volvió a cobrar vida y a llenarse de risas, de susurros y de historias. Y la voz del Árbol Sabio viajó por todo el pueblo, llenándolo de sabiduría y amor. La lección que aprendieron los niños resultó ser un valioso tesoro para todos: la importancia de escuchar, pues nunca se sabe qué maravillosas historias y lecciones te puedes perder si solo usas tus oídos y olvidas tu corazón.
De esta manera, los hermanos, con su curiosidad y valor, devolvieron la alegría al pueblo, demostrando que todos, no importa cuán pequeños, pueden lograr grandes cosas.
Y así vivieron, llenos de aventuras y cuentos, escuchando, aprendiendo y creciendo, felices y unidos, en su pequeño gran mundo rodeado de bosques.

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