Historia para Jose y mia, Sara, Luna

Título: Cinderella y el ratón perdido

Capítulo 1: Una amistad improbable

Jose y Mia estaban explorando el bosque detrás de su casa cuando escucharon un sonido extraño. Era un pequeño chillido, como si alguien estuviera llorando. Se acercaron sigilosamente al lugar de donde venía el sonido y encontraron a un pequeño ratón, escondido entre las hojas secas.

"¡Miren lo que encontré!" gritó Mia emocionada.

"Es solo un ratón", dijo Jose con desdén.

Pero entonces algo extraño sucedió. El ratón habló. "Por favor, ayúdenme", dijo con voz triste. "Estoy buscando a mi familia, pero me perdí en el camino".
Jose y Mia quedaron asombrados. Nunca habían visto a un animal hablar antes. Pero decidieron ayudarlo de todas maneras. Le preguntaron su nombre y él les dijo que se llamaba Pebbles.
Juntos, los niños y Pebbles comenzaron a buscar la familia del ratón. Caminaron por el bosque durante horas, pero no pudieron encontrar ningún rastro de otros ratones. Estaban a punto de darse por vencidos cuando vieron a una figura en la distancia.
Era una hermosa mujer vestida de blanco, con una varita mágica en la mano. Se acercó a ellos con una sonrisa cálida y se presentó como Cinderella.

"¿Puedo ayudarlos de alguna manera?", preguntó amablemente.

Los niños y Pebbles le explicaron su situación, y Cinderella se ofreció a ayudar. "Tengo una idea", dijo. "Conozco un lugar donde podríamos encontrar a la familia de Pebbles".
Los niños y el ratón la siguieron hasta una pequeña cabaña en el bosque. Cinderella llamó a la puerta y un grupo de ratones salieron corriendo. Pebbles estaba encantado de encontrar a su familia, y los niños estaban felices de haber ayudado.

"Gracias, Cinderella", dijo Jose. "No sabíamos qué hacer sin ti".

Cinderella sonrió. "Solo estaba feliz de poder ayudar. Ahora, ¿por qué no vienen a mi casa para tomar un té?"
Los niños y Pebbles aceptaron la invitación y caminaron con Cinderella hacia su castillo. Era un lugar impresionante, con torres altas y un jardín hermoso. Los niños se asombraron al verlo.

"Lo mejor de todo es que tenemos una nueva amiga", dijo Mia con una sonrisa.

Y así, comenzó una amistad improbable entre Cinderella, los niños y Pebbles. No sabían que aventuras les esperaban en el futuro, pero estaban emocionados de descubrirlo juntos.

Capítulo 2: El robo de la varita mágica

Un día, los niños fueron a visitar a Cinderella como de costumbre. Pero cuando llegaron al castillo, se encontraron con una escena preocupante. Las puertas estaban abiertas de par en par, y la habitación de Cinderella estaba en un estado de completa desorden.

"¡Alguien ha entrado aquí!", exclamó Mia.

Los niños y Pebbles comenzaron a buscar pistas y descubrieron que la varita mágica de Cinderella había desaparecido. No podían creerlo. ¿Cómo podría alguien haber robado algo tan valioso?
Cinderella llegó poco después y los niños le contaron lo que había sucedido. Ella estaba angustiada, pero también determinada a encontrar su varita. Se puso a trabajar rápidamente, buscando pistas y preguntando a sus amigos mágicos si habían visto algo sospechoso.
Pero cada pista resultaba ser un callejón sin salida. Los niños y Cinderella empezaban a perder la fe en encontrar la varita mágica, cuando recibieron una carta de un presunto ladrón.
"Si quieren recuperar su varita mágica, tendrán que hacer lo que yo diga", decía la carta. "Si no me siguen, nunca volverán a verla".
Los niños y Cinderella se pusieron nerviosos, pero también sabían que tenían que hacer lo que fuera necesario para recuperar la varita. Así que siguieron las instrucciones del ladrón, que les llevaron a través del bosque y hasta una cueva oscura.
Allí, encontraron al ladrón. Era un hombre alto con una capucha negra y una sonrisa malvada en el rostro. Tenía la varita mágica de Cinderella en la mano.
"Si quieren recuperar esto, tendrán que responder mi acertijo", dijo el ladrón. "Si no lo resuelven, se quedarán aquí para siempre".
Los niños y Cinderella se concentraron en el acertijo con todas sus fuerzas. Era difícil, pero al final lo resolvieron juntos. El ladrón, furioso, les dio la varita mágica y huyó corriendo.
Los niños y Cinderella regresaron al castillo, aliviados y exhaustos. Pero la experiencia los había unido más que nunca. Sabían que siempre podrían contar el uno con el otro, sin importar lo que les deparara el futuro.
Cuando llegaron al castillo, se encontraron con una sorpresa. Los amigos mágicos de Cinderella habían organizado una fiesta sorpresa para celebrar su éxito. La habitación estaba decorada con globos y serpentinas, y una enorme tarta de chocolate estaba esperándolos.
Cinderella y los niños se emocionaron al ver todo lo que habían preparado para ellos. La felicidad llenó sus corazones y agradecieron a sus amigos por el gesto tan amable. Festejaron hasta altas horas de la noche y disfrutaron juntos de la alegría del momento.
La fiesta terminó, pero la amistad entre Cinderella y los niños se fortaleció aún más. Desde ese día, se reunían más a menudo en el castillo para hacer todo tipo de juegos y divertirse juntos. Además, Cinderella se unió a ellos en su búsqueda de aventuras, y los ayudó a resolver muchos otros problemas en el Reino de los Cuentos de Hadas.
La varita mágica volvió a ser guardada en un lugar seguro, y los amigos mágicos de Cinderella hicieron un trabajo adicional para proteger el castillo contra futuros robos. Y, por supuesto, Pebbles, el ratón solitario que encontraron unos días antes, también se unió a su pandilla y se convirtió en su fiel amigo.
Finalmente, los niños se despidieron de Cinderella, prometiendo volver pronto. Se fueron a casa con una gran sonrisa en el rostro, sabiendo que habían hecho algo bueno y había encontrado nuevos amigos. La aventura había sido emocionante, pero también habían creado muchos recuerdos hermosos que nunca olvidarían.

Sé el
protagonista
de tu
propia historia

Vertical Line
Download on the App StoreGet it on Google Play