Historia para Alice polet
Título: ¡Buscando a Tommy el Tomate!

Capítulo 1: La fiesta del Patio de mi casa
Alice Polet estaba muy emocionada por la fiesta del Patio de su casa. Había ayudado a su abuela Bere a preparar las decoraciones, las deliciosas comidas y hasta los disfraces para ella y sus amigos.
Finalmente llegó el día de la fiesta y Alice estaba vestida de mariposa, corriendo por todo el patio con sus amigos. Todos estaban muy felices y emocionados, pero lo que más llamó la atención de Alice fue el concurso de construcción de carros alegóricos.
Alice corrió hacia la mesa donde se inscribían los carros alegóricos y registró su equipo: ella, su amiga Ana, su amigo Carlos y, por supuesto, Tommy el Tomate.
El carro alegórico comenzó a tomar forma rápidamente. Alice y sus amigos trabajaron duro para construir un carro alegórico que fuera hermoso, colorido y lleno de diversión. Mientras trabajaban, Tommy el Tomate se convirtió en el centro de atención.
- ¡Miren lo brillante y rojo que es Tommy! - dijo Ana.

- Sí, y es el tomate más grande y jugoso que he visto - dijo Carlos.
Pero, de repente, cuando todos estaban ocupados trabajando en el carro alegórico, Alice se dio cuenta de que Tommy el Tomate había desaparecido.
- ¡Oh no! ¡No puedo encontrar a Tommy! - dijo Alice con lágrimas en los ojos.

- No te preocupes - dijo Bere, acercándose a ella. - Lo encontraremos juntos.
Alice y Bere comenzaron la búsqueda de Tommy. Preguntaron a todo el mundo en la fiesta, pero nadie lo había visto. Así que decidieron seguir buscando por el patio, hasta que Alice escuchó un sonido extraño proveniente del jardín detrás de la casa.
- ¿Qué es ese ruido? - preguntó Alice.

- Parece que viene del jardín detrás de la casa - dijo Bere.
Alice y Bere corrieron hacia el jardín y allí encontraron a Tommy el Tomate, atrapado en una planta de tomate y asustado.
- ¡Oh, Tommy! ¡Estás a salvo! - dijo Alice, abrazándolo.

- Eso fue un gran susto - dijo Bere, acariciando a Tommy.
Finalmente, los tres volvieron a la fiesta del Patio de mi casa con una gran sonrisa en sus rostros. La búsqueda había terminado y ahora, gracias al trabajo en equipo, podrían continuar con el concurso de construcción de carros alegóricos.
- Ya te extrañábamos, Tommy - dijo Carlos, acariciando al grande y brillante tomate.

- Sí, pero gracias a Alice y su abuela, estamos juntos de nuevo - dijo Ana.
Y así, con Tommy sano y salvo, Alice y sus amigos continuaron trabajando duro en su carro alegórico, en busca de la victoria y de un gran día lleno de diversión en la fiesta del Patio de mi casa.

Capítulo 2: El misterio del carro alegórico desaparecido
El sol estaba comenzando a ponerse y la fiesta del Patio de mi casa estaba en pleno apogeo. El concurso de construcción de carros alegóricos estaba a punto de comenzar y Alice y su equipo estaban listos para presentar su obra maestra.
Sin embargo, cuando llegaron al lugar del concurso, se dieron cuenta de que algo estaba mal. Había un carro alegórico que faltaba y nadie parecía saber dónde había desaparecido.
- ¿Dónde está el carro alegórico de los Hermanos Zanahoria? - preguntó Alice, mirando a su alrededor.
- No lo sé - dijo Ana. - Pero esto es raro. ¿Cómo puede un carro alegórico desaparecer así como así?

- Esto no está bien - dijo Carlos, frunciendo el ceño.
Alice y sus amigos empezaron a buscar por la fiesta en busca de pistas. Se acercaron a la gente y preguntaron si habían visto el carro alegórico de los Hermanos Zanahoria, pero nadie sabía nada.

- Tal vez alguien lo robó - dijo Bere, preocupada.
- No, si alguien hubiera robado el carro alegórico, habríamos visto a alguien escapando - dijo Carlos.
De repente, Alice se acordó de algo que había visto mientras buscaba a Tommy el Tomate.
- Chicos, ¿recuerdan el ruido extraño que escuché en el jardín detrás de la casa? - preguntó Alice.

- Sí, ¿qué tiene que ver con esto? - preguntó Ana.
- Tal vez deberíamos buscar en el jardín. Tal vez alguien escondió el carro alegórico allí - dijo Alice.
Todos acordaron que esa era una buena idea. Así que corrieron hacia el jardín detrás de la casa y comenzaron a buscar. Pronto, encontraron una pista: rastros de neumáticos en la tierra.
- Estos rastros parecen haber sido hechos por un carro alegórico - dijo Carlos.
- Entonces, ¡sigamos los rastros! - dijo Ana, excitada.
Así, los amigos siguieron los rastros hasta que llegaron a un bosque cercano. Allí encontraron el carro alegórico de los Hermanos Zanahoria, escondido detrás de unos árboles.
- ¡Aquí está! - exclamó Alice.
- Pero, ¿quién lo trajo aquí? - preguntó Bere.
Justo en ese momento, escucharon un ruido en el bosque. Se acercaron sigilosamente y vieron a un grupo de niños escondidos detrás de los árboles.
- ¿Qué están haciendo aquí? - preguntó Carlos.
- Solo estábamos jugando - dijo uno de los niños.
- ¿Jugando? ¿Qué juego es ese en el que se esconde el carro alegórico de otra persona? - preguntó Ana.
Los niños se miraron entre ellos, avergonzados. Finalmente, uno de ellos habló.
- Lo siento. Solo queríamos jugar un juego divertido, pero no nos dimos cuenta de lo mal que era.
- Es importante ser amable y respetar las cosas de los demás. No es divertido cuando algo te es quitado sin permiso, ¿verdad? - dijo Bere, con una sonrisa.
Los niños se disculparon y los amigos de Alice aceptaron sus disculpas.
Finalmente, el concurso de construcción de carros alegóricos comenzó y Alice y sus amigos ganaron el primer lugar por su hermoso carro alegórico.
- ¡Ganamos! - gritó Alice, emocionada.
- Sí, ¡y lo logramos trabajando juntos! - dijo Carlos.
Y así, el día terminó con un feliz y justo final. Alice aprendió la importancia de trabajar en equipo y ser amable, y los amigos de Alice aprendieron que es importante respetar las cosas de otras personas. Y, por supuesto, Tommy el Tomate fue el centro de atención de la fiesta durante todo el día.
Los amigos de Alice se divirtieron en la fiesta hasta altas horas de la noche, disfrutando de todos los juegos y actividades que había. Sin embargo, no podían evitar recordar la aventura del carro alegórico desaparecido y cómo habían solucionado el misterio juntos.
- Fue emocionante resolver el misterio del carro alegórico - dijo Ana.
- Sí, y aprendimos una gran lección sobre ser amables y respetar las cosas de otras personas - agregó Carlos.
- Y trabajar juntos también fue importante - dijo Alice.
Bere sonrió, orgullosa de sus nietos. Habían demostrado ser un gran equipo y había disfrutado de un día lleno de diversión y aventura.
- Fue un gran día - dijo Bere. - Y estoy segura de que recordarán este patio de mi casa Carnival para siempre.
Y así, con una sonrisa en sus rostros, los amigos de Alice se alejaron de la fiesta, sabiendo que habían hecho nuevos recuerdos y aprendido importantes lecciones. Y Tommy, quien había sido el centro de atención durante todo el día, estaba feliz y contento en su lugar bien merecido entre sus amigos.